
Los timbales son instrumentos de forma semiesférica, recubiertos
de una piel adaptable golpeada por una baqueta. Según el grado
de tensión de la piel, se obtienen sonidos graves, medianos o agudos.
Los primeros timbales utilizados, sin duda alguna, los que se usaban en
el ejército. El caldero estaba generalmente cubierto por una piel
de asno, a veces de cordero, cabra o vaca. Estas dos últimas son
las más usadas.
Después de muchos años algunos constructores de instrumentos
recubren los timbales con membranas de materia plástica. Estas
pieles no se resienten de la influencia de la temperatura como las pieles
de los animales.
Hacia el final del siglo XVI los fabricantes europeos de timbales introdujeron
un cambio importante para reemplazar el sistema oriental de tensión
por cordones de piel o de cuero ; en lo alto de la caja fijaron un número
de tuercas que variaba de 6,7,8 a 10, según su dimensión,
quedando la piel tendida por un circulo de hierro fijado por un número
parecido de tornillos, los cuales se aprietan o aflojan a voluntad de
subir o bajar el tono.
Después
de muchos años, la escuela moderna ha reconocido el valor de
este precioso instrumento, y generalmente se le asigna un rango elevado
en la orquesta, digno de su sonoridad particular y de sus propiedades
rítmicas.
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