La Walkyria

Richard Wagner ( Leipzip 1813 - Venecia 1883) utilizó las leyendas medievales del Edda y del Nibelungenenlied como fuente de inspiración para su obra más emblemática El Anillo del Nibelungo (Der Ring des Nibelungen) una tetralogía que en sus manos, se transformó en una de las creaciones más paradigmáticas del espíritu germánico y la más extensa historia unitaria de la ópera.

El Anillo lo componen cuatro obras; un prólogo y tres jornadas tituladas El Oro del Rhin, La Walkyria, Sigfrido y El Ocaso de los Dioses.

La Walkyria (Die Walküre), primera de las tres jornadas, está dividida en tres actos y el libreto, como en todas sus obras, es del propio Wagner.

Fue estrenada en forma individual en el Königliches Hof-Nationaltheater de Munich el 26 de junio de 1870 siendo dirigida por Franz Wüllner; y formando parte del Anillo en el Festpielhaus de Bayreuth en agosto de 1876. Los primeros fragmentos los compuso el maestro en 1852 y finalizó su composición en 1856.

 

Acto 1º

LA WALKYRIA

Primera jornada del Anillo del Nibelungo

Personajes

SIEGMUND

SIEGLINDE

HUNDING

WOTAN

FRICKA

BRUNILDA

Guerrero de la Tribu de los Welsungos

Hermana Gemela de Siegmund

Esposo de Sieglinde

Dios Supremo del Wahalla

Esposa de Wotan, Diosa del Matrimonio

Walkyria Preferida de Wotan

Tenor

Soprano

Bajo

Barítono

Mezzosoprano

Soprano

 

(Interior de la cabaña de Hunding, en el centro de la cual se eleva un enorme fresno que se pierde en lo alto a través de un hueco del techo de madera. El escenario permanece vacío unos instantes,; fuera, tormenta, . Siegmund abre desde el exterior y entra y examina la vivienda. Permanece expectante, está extenuado por un gran esfuerzo; sus ropas y aspecto evidencian que anda huido. Al no descubrir a nadie, cierra la puerta tras de sí y medio tambaleándose va hacia el fondo dejándose caer agotado sobre un cobertor de piel de oso)
AKT I


Erste Szene

SIEGMUND
Wes Herd dies auch sei,
hier muß ich rasten.

(Sieglinde tritt aus der Türe des
inneren Gemaches. Sie glaubte
ihren Mann heimgekehrt; als sie
einen Fremdem am Herde ausgestreckt
streckt sieht)

SIEGLINDE
Ein fremder Mann?
Ihn muß ich fragen.
Wer kam ins Haus
und liegt dort am Herd?
Müde liegt er, von Weges Müh'n.
Schwanden die Sinne ihm?
Wäre er siech?
Noch schwillt ihm den Atem;
das Auge nur schloß er. -
Mutig dünkt mich der Mann, 
sank er müd' auch hin.

SIEGMUND
Ein Quell! Ein Quell!

SIEGLINDE
Erquickung schaff' ich.

(Sie nimmt schnell ein Trinkhorn,
geht damit aus dem Hause, kommt 
zurück und reicht das gefüllte 
Trinkhorn Siegmund)

Labung biet' ich dem
lechzenden Gaumen:
Wasser, wie du gewollt.

SIEGMUND
Kühlende Labung 
gab mir der Quell,
des Müden Last 
machte er leicht:
erfrischt ist der Mut,
das Aug' erfreut
des Sehens selige Lust.
Wer ist's, der so mir es labt?

SIEGLINDE
Dies Haus und dies Weib
sind Hundings Eigen;
gastlich 
gönn' er dir Rast: 
harre, bis heim er kehrt!

SIEGMUND
Waffenlos bin ich:
dem wunden Gast wird 
dein Gatte nicht wehren.

SIEGLINDE
Die Wunden weise mir schnell!

SIEGMUND
Gering sind sie, 
der Rede nicht wert;
noch fügen des Leibes
Glieder sich fest.
Hätten halb so stark wie mein Arm
Schild und Speer mir gehalten,
nimmer floh ich dem Feind,
doch zerschellten mir
Speer und Schild.
Der Feinde Meute 
hetzte mich müd',
Gewitterbrunst 
brach meinen Leib;
doch schneller, als ich der Meute,
schwand die Müdigkeit mir:
sank auf die Lider mir Nacht;
die Sonne lacht mir nun neu.

(Sieglinde geht nach dem Speicher,
füllt ein Horn mit Met und reicht
es Siegmund mit freundlicher
Bewegtheit)

SIEGLINDE
Des seimigen Metes süßen Trank
mög'st du mir nicht verschmähn.

SIEGMUND
Schmecktest du mir ihn zu?

(Sieglinde nippt am Horne und
reicht es ihm wieder. Siegmund tut
einen langen Zug, indem er den
Blick mit wachsender Wärme auf sie
heftet. Er seufzt tief auf, und 
senkt den Blick düster zu Boden)

Einen Unseligen labtest du:
Unheil wende der Wunsch von dir!
Gerastet hab' ich und süß geruht.
Weiter wend' ich den Schritt.

SIEGLINDE
Wer verfolgt dich,
daß du schon fliehst?
ACTO I


Escena Primera

SIEGMUND
¡Sea de quien sea este hogar,
tengo que descansar en él!

(Sieglinde entra por al puerta del
aposento posterior. Creía que su
marido había regresado; por eso su
rostro refleja asombro cuando ve a
un extranjero junto al hogar)

SIEGLINDE
¿Un extranjero?
Tengo que preguntarle.
¿Quién entró en la casa 
y descansa junto al hogar?
Cansado, descansa
de las fatigas del camino:
¿habrá perdido el sentido? 
¿Estará enfermo?
Todavía respira;
sólo ha cerrado los ojos.
Parece valiente, aunque esté agotado.

SIEGMUND
¡Tengo sed! ¡Tengo sed!

SIEGLINDE
Proveeré alivio.

(Coge rápidamente un cuerno de
beber, sale con él de la casa,
regresa y se lo ofrece, lleno, 
a Siegmund)

Refresco ofrezco
a tu reseca boca:
¡agua, como querías!

SIEGMUND
Fresco refrigerio 
me dio el agua,
el peso del cansancio
me ha hecho liviano;
renovado está mi valor,
mis ojos se alegran
con el divino placer de la vista.
¿Quién es el que así me reconforta?

SIEGLINDE
Esta casa y esta mujer 
son propiedad de Hunding;
hospitalariamente
te concedería él descanso:
¡aguarda hasta que regrese!

SIEGMUND
Desarmado estoy:
tu esposo no rechazará
al huésped herido.

SIEGLINDE
¡Muéstrame en seguida tus heridas!

SIEGMUND
Son pequeñas, no vale la pena;
todavía se mantienen firmes
mis miembros.
Si hubiesen sido 
mi escudo y mi lanza
la mitad de fuertes que mi brazo,
jamás hubiera huido ante el enemigo;
pero escudo y lanza se quebraron.
La jauría de los enemigos 
me acosó hasta agotarme,
el ardor de la tormenta
rindió mi cuerpo;
pero más rápido que yo a la jauría,
ha huido de mí el cansancio:
¡si antes la noche cayó
sobre mis párpados,
ahora me sonríe de nuevo el sol!

(Sieglinde va al granero, llena
de hidromiel un cuerno y se lo
ofrece a Siegmund con amistoso
ademán)

SIEGLINDE
No me rechazarás la dulce bebida
del hidromiel espeso.

SIEGMUND
¿Lo probarás tu también?

(Sieglinde prueba el cuerno y se lo
vuelve a ofrecer. Siegmund bebe
largamente mientras clava la
mirada en Sieglinde con creciente
ardor. Suspira y, sombrío, baja la
mirada al suelo)

Has aliviado a un desdichado:
¡apártese de ti el infortunio!
He descansado y reposado dulcemente:
lejos guiaré mis pasos.

SIEGLINDE
¿Quién te persigue 
para que huyas?
SIEGMUND
Mißwende folgt mir,
wohin ich fliehe;
Mißwende naht mir,
wo ich mich neige. -
Dir, Frau, doch bleibe sie fern!
Fort wend' ich Fuß und Blick.

SIEGLINDE
So bleibe hier!
Nicht bringst du Unheil dahin,
wo Unheil im Hause wohnt!

SIEGMUND
Wehwalt
hieß ich mich selbst:
Hunding will ich erwarten.

(Er lehnt sich an den Herd; sein
Blick haftet mit ruhiger und
entschlossener Teilnahme an
Sieglinde. Beide blicken sich in
tiefem Schweigen mit dem Ausdruck
großer Ergriffenheit in die Augen)

Zweite Szene

(Sieglinde fährt plötzlich auf,
lauscht und hört Hunding, der sein
Roß außen zum Stall führt. Sie
geht hastig zur Tür und öffnet.
Hunding, gewaffnet mit Schild und
Speer, tritt ein und hält unter der 
Tür, als er Siegmund gewahrt)

SIEGLINDE
(Zu Hunding)
Müd am Herd 
fand ich den Mann:
Not führt' ihn ins Haus.

HUNDING
Du labtest ihn?

SIEGLINDE
Den Gaumen letzt' ich ihm, 
gastlich sorgt' ich sein!

SIEGMUND
Dach und Trank dank' ich ihr:
willst du dein Weib drum schelten?

HUNDING
Heilig ist mein Herd:
heilig sei dir mein Haus!

(Zu Sieglinde)

Rüst' uns Männern das Mahl!

(Mißt scharf und verwundert 
Siegmunds Züge, die er mit denen
seiner Frau vergleicht)

(Für sich)

Wie gleicht er dem Weibe!
Der gleißende Wurm glänzt 
auch ihm aus dem Auge.

(zu Siegmund)

Weit her, traun, 
kamst du des Wegs;
ein Roß nicht ritt, 
der Rast hier fand:
welch schlimme Pfade
schufen dir Pein?

SIEGMUND
Durch Wald und Wiese,
Heide und Hain,
jagte mich Sturm 
und starke Not:
nicht kenn' ich den Weg, 
den ich kam.
Wohin ich irrte,
weiß ich noch minder:
Kunde gewänn' ich des gern.

HUNDING
Des Dach dich deckt,
des Haus dich hegt,
Hunding heißt der Wirt;
wendest von hier du nach
West den Schritt,
in Höfen reich hausen dort Sippen,
die Hundings Ehre behüten.
Gönnt mir Ehre mein Gast,
wird sein Name nun mir genannt.

(Sieglinde, die sich neben Hunding, 
Siegmund gegenüber, gesetzt, heftet
ihr Auge mit auffallender Teilnahme
und Spannung auf diesen)

Trägst du Sorge, mir zu vertraun,
der Frau hier gib doch Kunde:
sieh, wie gierig sie dich frägt!

SIEGLINDE
Gast, 
wer du bist, wüßt' ich gern.
SIEGMUND
La desdicha me sigue 
allí donde voy;
la desdicha se me acerca
donde me detengo...
¡permanezca alejada de ti, mujer!
¡Lejos guiaré mis pasos y mi mirada!

SIEGLINDE
¡Entonces, quédate!
¡No podrás traer el infortunio
donde ya habita el infortunio!

SIEGMUND
Wehwalt (desgraciado)
me llamo a mí mismo:
esperaré a Hunding.

(Se recuesta en el hogar; su mirada
se clava en Sieglinde con tranquilo
y decidido interés. Esta levanta los
ojos de nuevo hacia él. Ambos se
miran a los ojos en profundo 
silencio con expresión emocionada)

Escena Segunda

(Sieglinde se pone de repente en
pie, escucha, y oye a Hunding, que
fuera lleva su caballo al establo.
Ella va de prisa a la puerta y abre.
Entra Hunding, armado de lanza y
escudo, y se detiene en el umbral
al advertir a Siegmund)

SIEGLINDE
(a Hunding)
Cansado, junto al hogar 
he hallado a este hombre:
la necesidad lo trajo a casa.

HUNDING
¿Le has cuidado?

SIEGLINDE
He refrescado su boca;
¡he procurado ser hospitalaria!

SIEGMUND
Techo y bebida le debo:
¿culparás a tu mujer por ello?

HUNDING
Sagrado es mi hogar: 
¡sagrada sea para ti mi casa!

(A Sieglinde)

¡Prepara la cena a los hombres!

(Examina atento y admirado los
rasgos fisonómicos de Siegmund,
que compara con los de su mujer)

(Para sí)

¡Cómo se parece a mi mujer!
La reluciente serpiente 
le brilla también en los ojos.

(A Siegmund)

Realmente, ha sido largo 
tu camino;
no ha cabalgado corcel
el que aquí descansa:
¿qué malos senderos 
te han agotado?

SIEGMUND
Por bosque y campos,
landas y florestas 
me han perseguido 
la tormenta y la fuerte necesidad:
no conozco el camino
por el que vine.
¿A dónde he llegado?, 
con sumo agrado 
recibiría noticias de ello.

HUNDING
Del techo que te cubre, 
de la casa que te cobija,
Hunding se llama el dueño;
si encaminas tus pasos al Oeste
hallarás en ricos caseríos parientes
que guardan la honra de Hunding.
Ahora si mi huésped
me concede el honor,
debo saber cuál es su nombre.

(Sieglinde, que se ha sentado al 
lado de Hunding y frente a
Siegmund, clava sus ojos en éste
con creciente interés y expectación)

Si no confías en mí,
díselo a mi mujer:
¡fíjate cómo sus ojos te interrogan!

SIEGLINDE
Huésped,
me gustaría saber quién eres.
SIEGMUND
"Friedmund" 
darf ich nicht heißen;
"Frohwalt" 
möcht' ich wohl sein:
doch "Wehwalt" mußt ich mich nennen.
"Wolfe", der war mein Vater;
zu zwei kam ich zur Welt,
eine Zwillingsschwester und ich.
Früh schwanden mir 
Mutter und Maid.
Die mich gebar
und die mit mir sie barg,
kaum hab' ich je sie gekannt...
Wehrlich und stark war Wolfe;
der Feinde wuchsen ihm viel.
Zum Jagen zog
mit dem Jungen der Alte:
Von Hetze und Harst
einst kehrten wir heim...
da lag das Wolfsnest leer.
Zu Schutt gebrannt
der prangende Saal,
zum Stumpf der Eiche
blühender Stamm;
erschlagen der Mutter
mutiger Leib,
verschwunden in Gluten
der Schwester Spur:
uns schuf die herbe Not
der Neidinge harte Schar.
Geächtet floh
der Alte mit mir;
lange Jahre
lebte der Junge
mit Wolfe im wilden Wald:
manche Jagd
ward auf sie gemacht;
doch mutig wehrte
das Wolfspaar sich.
Ein Wölfing kündet dir das,
den als "Wölfing"
mancher wohl kennt.

HUNDING
Wunder und wilde Märe
kündest du, kühner Gast,
Wehwalt - der Wölfing!
Mich dünkt,
von dem wehrlichen Paar
vernahm ich dunkle Sage,
kannt' ich auch Wolfe
und Wölfing nicht.

SIEGLINDE
Doch weiter künde, Fremder:
wo weilt dein Vater jetzt?

SIEGMUND
Ein starkes Jagen auf uns
stellten die Neidinge an:
der Jäger viele
fielen den Wölfen,
in Flucht durch den Wald
trieb sie das Wild.
Wie Spreu zerstob uns der Feind.
Doch ward ich
vom Vater versprengt;
seine Spur verlor ich,
je länger ich forschte:
eines Wolfes Fell nur
traf ich im Forst;
leer lag das vor mir,
den Vater fand ich nicht.
Aus dem Wald trieb es mich fort;
mich drängt' es
zu Männern und Frauen...
Wieviel ich traf,
wo ich sie fand,
ob ich um Freund',
um Frauen warb,
immer doch war ich geächtet:
Unheil lag auf mir.
Was Rechtes je ich riet, 
andern dünkte es arg,
was schlimm immer mir schien,
andre gaben ihm Gunst.
In Fehde fiel ich, wo ich mich fand,
Zorn traf mich,
wohin ich zog;
gehrt' ich nach Wonne, 
weckt' ich nur Weh':
drum mußt' ich mich
Wehwalt nennen;
des Wehes waltet' ich nur.

HUNDING
Die so leidig Los dir beschied,
nicht liebte dich die Norn':
froh nicht grüßt dich der Mann,
dem fremd als Gast du nahst.

SIEGLINDE
Feige nur fürchten den, 
der waffenlos einsam fährt!...
Künde noch, Gast,
wie du im Kampf
zuletzt die Waffe verlorst!

SIEGMUND
Ein trauriges Kind
rief mich zum Trutz:
vermählen wollte
der Magen Sippe
dem Mann ohne Minne die Maid.
Wider den Zwang
zog ich zum Schutz,
der Dränger Troß
traf ich im Kampf:
dem Sieger sank der Feind.
Erschlagen lagen die Brüder:
die Leichen umschlang da die Maid,
den Grimm verjagt' ihr der Gram.
Mit wilder Tränen Flut
betroff sie weinend die Wal:
um des Mordes der eignen Brüder
klagte die unsel'ge Braut.
Der Erschlagnen Sippen
stürmten daher;
übermächtig
ächzten nach Rache sie;
rings um die Stätte
ragten mir Feinde.
Doch von der Wal
wich nicht die Maid;
mit Schild und Speer
schirmt' ich sie lang',
bis Speer und Schild
im Harst mir zerhauen.
Wund und waffenlos stand ich...
sterben sah ich die Maid:
mich hetzte das wütende Heer...
auf den Leichen lag sie tot.
Nun weißt du, fragende Frau,
warum ich Friedmund nicht heiße!
SIEGMUND
No puedo llamarme
"Mensajero de la Paz;"
yo quisiera llamarme
"Elegido por la Felicidad,"
pero debo llamarme "Desgraciado."
"Lobo" fue mi padre;
vinimos juntos al mundo mellizos,
mi hermana melliza y yo.
Pronto desaparecieron 
mi madre y mi hermana;
a la que me dio el ser 
y a la que conmigo nació,
apenas llegué a conocerlas...
Belicoso y fuerte era Lobo;
se granjeó numerosos enemigos.
El anciano salió
de cacería con el joven:
al regresar de cazar y depredar,
encontramos el hogar de Lobo 
vacío.
La suntuosa sala 
reducida a cenizas,
reducido a un tocón 
el florido tronco del fresno;
abatido el aguerrido cuerpo
de mi madre,
tragada por las llamas 
la huella de mi hermana.
Nos pusieron a prueba
la amarga necesidad
nuestros enemigos.
El anciano huyó conmigo, 
proscrito;
largos años vivió el joven 
con Lobo en el agreste bosque;
algunos pretendieron darnos caza,
pero la pareja de lobos 
se defendió valerosamente.
Un lobezno es
quien acaba de contarte todo esto;
son ya muchos
los que me llaman "Lobezno".

HUNDING
Prodigios y salvajes gestas cuentas, 
atrevido huésped.
¡Wehwalt, el Lobezno! 
Me parece haber oído
oscuros relatos
sobre tan aguerrida pareja,
pero no conocía
ni a Lobo ni a Lobezno.

SIEGLINDE
Pero continúa relatando, extranjero;
¿dónde está ahora tu padre?

SIEGMUND
Nuestros enemigos 
cayeron de nuevo 
sobre nosotros.
Muchos de ellos perecieron 
bajo nuestras garras
y otros huyeron al bosque
como si los llevara el viento.
Pero fui separado de mi padre;
perdí su rastro:
sólo una piel de lobo
hallé en el monte;
yacía vacía ante mí,
no encontré a mi padre.
Abandoné presuroso el bosque,
en busca 
de hombres y de mujeres.
A cuantos hallé,
si les pedía amistad o
solicitaba a una mujer,
me volvían la espalda,
la desgracia 
se abatió sobre mí.
Lo que yo juzgaba bueno, 
para los otros 
era malo;
lo que a mí me parecía malo,
los demás lo aprobaban.
Adondequiera que fui
hallé pendencias,
adondequiera que fui 
hallé ira;
si ansiaba deleite,
sólo encontraba aflicción;
por eso tuve que llamarme
"Desgraciado",
sólo causo aflicción.

HUNDING
Quien te ha dado tan aciaga suerte,
la norna, no te ama:
no te saluda contento el hombre
al que, extraño, acudes como huésped.

SIEGLINDE
¡Sólo los cobardes temen 
al que viaja desarmado!
Dinos, huésped,
cómo perdiste las armas
en la batalla.

SIEGMUND
Una triste niña
me llamó en su defensa:
el clan de sus parientes 
quería casar a la doncella
con un hombre al que no amaba.
Contra la violencia acudí
en su protección;
encontré en combate 
a los secuaces del opresor;
el enemigo cayó ante mí.
Muertos yacían los hermanos:
se abrazó ella a los cadáveres,
pues el pesar le ahuyentó la ira.
Con salvaje río de lágrimas
inundó el lugar de la liza;
la infeliz novia lamentó
la matanza de sus propios hermanos..
Los parientes de los caídos,
acudieron en gran número
al lugar pidiendo venganza;
rodeando el lugar
se alzaron  ante mí los enemigos.
Pero la doncella no se alejó de allí.
Con lanza y escudo la protegí, 
hasta que lanza y escudo
se me hicieron pedazos
durante la lucha.
Yo estaba desarmado y herido;
vi morir a la doncella.
Me acosaba el furioso ejército,
sobre los cadáveres
yacía ella muerta.
¡Ahora sabes, mujer inquisitiva,
por qué no me llamo
"Mensajero de Paz!"
HUNDING
Ich weiß ein wildes Geschlecht,
nicht heilig ist ihm,
was andern hehr:
verhaßt ist es allen und mir.
Zur Rache ward ich gerufen,
Sühne zu nehmen 
für Sippenblut:
zu spät kam ich,
und kehrte nun heim,
des flücht'gen Frevlers Spur 
im eignen Haus zu erspähn...
Mein Haus hütet,
Wölfing, dich heut';
für die Nacht nahm ich dich auf;
mit starker Waffe
doch wehre dich morgen;
zum Kampfe kies ich den Tag:
für Tote zahlst du mir Zoll.

(zu Sieglinde)

Fort aus dem Saal! 
Säume hier nicht!
Den Nachttrunk rüste mir drin 
und harre mein' zur Ruh'.

(Sieglinde sie wendet sich langsam
und zögernden Schrittes nach dem 
Speicher. Mit ruhigem Entschlußöffnet
sie den Schrein füllt ein Trinkhorn
und schüttet aus einer Büchse Würze
hinein. Hunding fährt auf und treibt
sie mit einer heftigen Gebärde zum
Fortgehen an. Hunding nimmt seine
Waffen vom Stamme herab)

(zu Siegmund)

Mit Waffen wehrt sich der Mann...
Dich Wölfing treffe ich morgen;
mein Wort hörtest du...
hüte dich wohl!
(ab)

Dritte Szene

SIEGMUND
Ein Schwert verhieß mir der Vater,
ich fänd' es in höchster Not.
Waffenlos fiel ich
in Feindes Haus;
seiner Rache Pfand,
raste ich hier:..
ein Weib sah ich,
wonnig und hehr:
entzückend Bangen
zehrt mein Herz.
Zu der mich nun Sehnsucht zieht,
die mit süßem Zauber mich sehrt,
im Zwange hält sie der Mann,
der mich Wehrlosen höhnt!
Wälse! Wälse!
Wo ist dein Schwert?
Das starke Schwert,
das im Sturm ich schwänge,
bricht mir hervor aus der Brust,
was wütend das Herz noch hegt?

(Deutlich einen Schwertgriff
haften sieht die Stelle des
Eschenstammes)

Was gleißt dort hell
im Glimmerschein?
Welch ein Strahl bricht
aus der Esche Stamm?
Des Blinden Auge 
leuchtet ein Blitz:
lustig lacht da der Blick.
Wie der Schein so hehr
das Herz mir sengt!
Ist es der Blick
der blühenden Frau,
den dort haftend 
sie hinter sich ließ,
als aus dem Saal sie schied?
Nächtiges Dunkel
deckte mein Aug',
ihres Blickes Strahl
streifte mich da:
Wärme gewann ich und Tag.
Selig schien mir
der Sonne Licht;
den Scheitel umgliß mir
ihr wonniger Glanz...
bis hinter Bergen sie sank.
Noch einmal, da sie schied,
traf mich abends ihr Schein;
selbst der alten Esche Stamm
erglänzte in goldner Glut:
da bleicht die Blüte,
das Licht verlischt;
nächtiges Dunkel
deckt mir das Auge:
tief in des Busens Berge
glimmt nur noch lichtlose Glut.
HUNDING
Yo sé que existe 
una estirpe salvaje;
no le es sagrado
lo que para otros lo es:
odiosa es a todos y a mí.
Fui llamado por vengar,
la sangre de los parientes:
llegué demasiado tarde, 
y regreso ahora a casa
para descubrir 
en mi propio hogar
el rastro del fugitivo criminal.
Mi casa te cobijará, Lobezno,
por hoy; te acojo por esta noche.
Pero mañana tendrás que defenderte
con las armas;
para combatir elijo el día:
pagarás tributo por los muertos.

(a Sieglinde)

¡Sal de la sala! 
¡No te quedes aquí!
Prepárame bebida nocturna 
y espérame en la cama.

(Sieglinde se vuelve lentamente y se
dirige con paso vacilante hacia el
granero. Con tranquila decisión
abre la alacena, llena una cuerna y
echa dentro de ella unas semillas de
una caja. Hunding se pone en pie y
con un gesto vehemente la apremia
para que se marche. Hunding
descuelga del fresno sus armas)

(a Siegmund)

Con armas se defiende el hombre...
Mañana daré contigo, Lobezno;
ya has oído mis palabras...
¡Guárdate!
(sale)

Escena Tercera

SIEGMUND
Una espada me prometió mi padre:
yo la encontraré cuando la necesite.
Desarmado he dado
en casa de mi enemigo,
donde quedo entregado a su venganza.
He visto a una mujer
deliciosa y sublime:
hechicero temor consume mi corazón.
A la que ahora
causa en mí este anhelo,
a la que me quiere
con dulce hechizo,
por la fuerza la tiene el hombre
que a mí, indefenso, me ofende.
¡Wälse! ¡Wälse!
¿Dónde está la espada?
La fuerte espada que yo
habré de blandir en el combate:
¿brotará de mi pecho el valor
que todavía guarda mi corazón?

(Se ve la empuñadura de una
espada que está clavada en el
tronco del fresno)

¿Qué veo brillar ahí
con luminiscente fulgor?
¿Qué rayo se escapa
del tronco del fresno?
Los ojos del ciego
ilumina un relámpago:
alegre ríe allí la mirada.
¡Cómo el resplandor
me quema el corazón!
¿Es la mirada 
de la radiante mujer,
que se ha dejado clavada 
tras de sí,
al abandonar la sala?
Nocturna oscuridad 
cubría mis ojos;
cuando me rozó
el rayo de su mirada:
recobré el calor del cuerpo
y volvió a brillar el día.
Dichosa me iluminó la luz del sol;
su delicioso resplandor
nimbó mi cabeza,
hasta que se puso tras los montes.
Pero incluso
después de haberse marchado
ella sigue alcanzándome su luz;
incluso el tronco del viejo fresno
resplandecía con exhaustiva llama.
Ahora palidece el fulgor,
se apaga la luz.
Nocturna oscuridad cubre mis ojos:
hondo, en el cobijo del pecho, 
arde sólo una llama sin luz.
(das Seitengemach öffnet sich leise:
Sieglinde tritt, in weißem Gewande)

SIEGLINDE
Schläfst du, Gast?

SIEGMUND
Wer schleicht daher?

SIEGLINDE
Ich bin's: höre mich an!
In tiefem Schlaf liegt Hunding;
ich würzt' ihm betäubenden Trank:
nütze die Nacht dir zum Heil!

SIEGMUND
Heil macht mich dein Nah'n!

SIEGLINDE
Eine Waffe laß mich dir weisen: 
o wenn du sie gewännst!
Den hehrsten Helden
dürft' ich dich heißen:
dem Stärksten allein
ward sie bestimmt.
O merke wohl, was ich dir melde!
Der Männer Sippe
saß hier im Saal,
von Hunding zur Hochzeit geladen:
er freite ein Weib,
das ungefragt
Schächer ihm schenkten zur Frau.
Traurig saß ich,
während sie tranken;
ein Fremder trat da herein:
ein Greis in blauem Gewand;
tief hing ihm der Hut,
der deckt' ihm der Augen eines;
doch des andren Strahl,
Angst schuf es allen,
traf die Männer
sein mächtiges Dräu'n.
mir allein
weckte das Auge
süß sehnenden Harm,
Tränen und Trost zugleich.
Auf mich blickt' er
und blitzte auf Jene,
als ein Schwert 
in Händen er schwang;
das stieß er nun
in der Esche Stamm,
bis zum Heft haftet' es drin:
dem sollte der Stahl geziemen,
der aus dem Stamm' es zög'.
Der Männer alle,
so kühn sie sich mühten,
die Wehr sich keiner gewann;
Gäste kamen 
und Gäste gingen,
die stärksten zogen am Stahl...
keinen Zoll entwich er dem Stamm:
dort haftet schweigend das Schwert...
Da wußt' ich, wer der war,
der mich Gramvolle gegrüßt;
ich weiß auch,
wem allein
im Stamm das Schwert er bestimmt.
O fänd' ich ihn heut
und hier, den Freund;
käm' er aus Fremden 
zur ärmsten Frau.
Was je ich gelitten
in grimmigem Leid,
was je mich geschmerzt 
in Schande und Schmach...
süßeste Rache
sühnte dann alles!
Erjagt hätt' ich,
was je ich verlor,
was je ich beweint, 
wär' mir gewonnen,
fänd' ich den heiligen Freund,
umfing' den Helden mein Arm!
(se abre silenciosamente la puerta
 de la alcoba: Sieglinde entra)

SIEGLINDE
¿Duermes, huésped?

SIEGMUND
¿Quién se acerca furtivamente?

SIEGLINDE
Soy yo: ¡escúchame!
En profundo sueño yace Hunding;
le preparé adormecedora bebida:
¡aprovecha la noche para salvarte!

SIEGMUND
¡A salvo estoy solo con verte!

SIEGLINDE
Déjame enseñarte un arma:
¡oh, si la ganaras!
El más noble de los héroes
pudiera yo llamarte,
pues sólo al más fuerte 
fue destinada.
¡Oh, advierte bien
lo que voy a decirte!
Los hombres de su familia
se sentaban aquí en la sala,
invitados por Hunding a la boda:
desposaba él una mujer que,
sin ser preguntada,
los ladrones le regalaron
para esposa.
Triste me sentaba yo
mientras ellos bebían;
entró entonces un extranjero:
un anciano 
con grisácea vestimenta;
llevaba calado el sombrero,
que le tapaba uno de los ojos,
pero los rayos del otro
causaron temor a todos;
solamente a mí me miró 
con agrado
dándome pena y alegría a la vez.
A mí me miró con dulzura,
y a ellos con furor mientras
blandía una espada en la mano;
después la hundió
en el tronco del fresno,
allí la clavó 
hasta la empuñadura:
la espada sería de quien 
la arrancara del tronco.
Por mucho que audazmente
se esforzaran,
ninguno de los presentes
logró arrancar el arma;
huéspedes vinieron
y huéspedes se marcharon,
los más fuertes 
tiraron del acero,
ni una pulgada 
cedió en el tronco:
allí sigue clavada la espada.
Entonces supe quién era aquel
que saludó 
a la transida de dolor; 
yo sé también a quién destina
la espada clavada en el tronco.
¡Oh, si encontrara hoy aquí al amigo,
si viniera desde lejos para consolar
a la más desdichada mujer;
cuanto padecí con acerbo dolor,
cuanto jamás sufrí
con vergüenza y oprobio,
¡dulcísima venganza, 
expiáralo todo!
Recuperaría lo que perdí,
lo que tanto he llorado,
si encontrara al amigo sagrado,
si estrecharan al héroe 
mis brazos!
SIEGMUND
(mit Glut Sieglinde umfassend)
Dich selige Frau 
hält nun der Freund,
dem Waffe und Weib bestimmt!
Heiß in der Brust
brennt mir der Eid,
der mich dir Edlen vermählt.
Was je ich ersehnt,
ersah ich in dir;
in dir fand ich,
was je mir gefehlt!
Littest du Schmach,
und schmerzte mich Leid;
war ich geächtet, 
und warst du entehrt:
freudige Rache 
lacht nun den Frohen!
Auf lach' ich 
in heiliger Lust...
halt' ich dich Hehre umfangen,
fühl' ich dein schlagendes Herz!

(die große Tür springt auf;
außen herrliche Frühlingsnacht;
der Vollmond leuchtet herein
und wirft sein helles Licht auf
das Paar)

SIEGLINDE
Ha, wer ging? 
Wer kam herein?

SIEGMUND
Keiner ging...
doch einer kam:
siehe, der Lenz 
lacht in den Saal!
Winterstürme wichen
dem Wonnemond,
in mildem Lichte 
leuchtet der Lenz;
auf linden Lüften 
leicht und lieblich,
Wunder webend
er sich wiegt;
durch Wald und Auen
weht sein Atem,
weit geöffnet 
lacht sein Aug'...
aus sel'ger Vöglein Sange 
süß er tönt,
holde Düfte 
haucht er aus;
seinem warmen Blut entblühen 
wonnige Blumen,
Keim und Sproß 
entspringt seiner Kraft.
Mit zarter Waffen Zier 
bezwingt er die Welt;
Winter und Sturm wichen 
der starken Wehr...
wohl mußte den tapfern Streichen
die strenge Türe auch weichen,
die trotzig und starr 
uns trennte von ihm!
Zu seiner Schwester 
schwang er sich her;
die Liebe lockte den Lenz:
in unsrem Busen 
barg sie sich tief;
nun lacht sie selig dem Licht.
Die bräutliche Schwester 
befreite der Bruder;
zertrümmert liegt, 
was je sie getrennt:
jauchzend grüßt sich 
das junge Paar:
vereint sind Liebe und Lenz!

SIEGLINDE
Du bist der Lenz, 
nach dem ich verlangte
in frostigen Winters Frist.
Dich grüßte mein Herz 
mit heiligem Grau'n,
als dein Blick zuerst mir erblühte.
Fremdes nur sah ich von je,
freudlos war mir das Nahe.
Als hätt' ich nie es gekannt,
war, was immer mir kam.
Doch dich kannt' ich 
deutlich und klar:
als mein Auge dich sah,
warst du mein Eigen;
was im Busen ich barg, 
was ich bin,
hell wie der Tag 
taucht' es mir auf,
o wie tönender Schall 
schlug's an mein Ohr,
als in frostig öder Fremde
zuerst ich den Freund ersah.

SIEGMUND
O süßeste Wonne!
O seligstes Weib!

SIEGLINDE
O laß in Nähe 
zu dir mich neigen,
daß hell ich schaue 
den hehren Schein,
der dir aus Aug' 
und Antlitz bricht
und so süß die Sinne mir zwingt.
SIEGMUND
(abrazando a Sieglinde)
¡Mujer divina, ya tienes el amigo
a quien arma y mujer
están destinadas!
¡Ardiente en el pecho
me abrasa el juramento
que te hace mi noble compañera!
¡Cuanto anhelaba lo vi yo en ti,
en ti he encontrado
cuanto me faltaba!
Si tú has padecido vergüenza
yo he sufrido ofensas,
si yo fui proscrito
y tu fuiste deshonrada,
¡alégrate, la venganza
ríe ahora a los dichosos!
¡Ahora reiré 
con sagrada alegría,
teniéndote abrazada
sintiéndote palpitante
sobre mi corazón!

(la puerta se abre de par en par;
fuera magnífica noche de
primavera; la luna llena ilumina el
interior y deja caer su suave luz
sobre la pareja)

SIEGLINDE
¡Ah! ¿Quién ha salido? 
¿Quién ha entrado?

SIEGMUND
Nadie ha salido,
pero uno ha entrado,
¡mira, la primavera ríe 
en la sala!
Las tormentas invernales 
han cedido
ante el delicioso mayo,
con delicada luz 
brilla la primavera;
entre dulces brisas, 
leve y graciosa,
se mece tejiendo prodigios.
Por bosques y prados
sopla tu aliento,
muy abiertos ríen sus ojos:
dulcemente suena el canto
de felices pajarillos,
exhala divinos aromas;
de su cálida sangre
florecen deliciosas flores,
¡gérmenes y retoños
brotan de su vigor!
Con el ornato 
de sus delicadas armas
somete al mundo;
invierno y tormentas
han tenido que ceder
ante su fuerte baluarte:
también han cedido 
a sus gallardos golpes 
la dura puerta
que, terca y rígida,
nos separa de ella!
Surcando el aire ha llegado
junto a su hermana;
el amor ha llamado a la primavera;
se ocultaba en nuestro pecho,
ahora ríe dichoso a plena luz.
A la hermana nupcial
ha liberado el hermano;
destruido yace cuanto
les mantuvo separados;
¡jubilosa se saluda 
la joven pareja,
unidos están amor y primavera!

SIEGLINDE
Tú eres la primavera
por la que yo suspiraba
en el helado tiempo del invierno.
Mi corazón te saludó
con sagrado temor
cuando tu mirada floreció para mí
por primera vez.
Desde siempre
todo lo veía yo extraño,
lo próximo era enemigo;
extraño me era todo
lo que se me acercaba.
Pero a ti te reconocí en seguida
apenas te vi supe que eras mío;
lo que ocultaba en el pecho,
lo que soy,
claro como el día emergió de mí:
como sonora vibración 
llegó a mis oídos
cuando en helado,
desierto país extranjero
vi por vez primera al amigo.

SIEGMUND
¡Oh, dulcísima delicia!
¡Mujer divina!

SIEGLINDE
Oh, deja que me incline ante ti,
que vea con claridad
ese augusto brillo
que emana de tus ojos 
y del rostro
y tan dulcemente
me subyuga los sentidos.
SIEGMUND
Im Lenzesmond 
leuchtest du hell;
hehr umwebt dich 
das Wellenhaar:
was mich berückt, 
errat' ich nun leicht,
denn wonnig weidet mein Blick.

SIEGLINDE
Wie dir die Stirn 
so offen steht,
der Adern Geäst 
in den Schläfen sich schlingt!
Mir zagt es vor der Wonne, 
die mich entzückt!
Ein Wunder will mich gemahnen:
den heut' zuerst ich erschaut,
mein Auge sah dich schon!

SIEGMUND
Ein Minnetraum 
gemahnt auch mich:
in heißem Sehnen 
sah ich dich schon!

SIEGLINDE
Im Bach erblickt' ich 
mein eigen Bild...
und jetzt gewahr' ich 
es wieder:
wie einst dem Teich es enttaucht,
bietest mein Bild mir nun du!

SIEGMUND
Du bist das Bild,
das ich in mir barg.

SIEGLINDE
O still! Laß mich 
der Stimme lauschen:
mich dünkt, ihren Klang
hört' ich als Kind...
Doch nein! Ich hörte sie neulich,
als meiner Stimme Schall
mir widerhallte der Wald.

SIEGMUND
O lieblichste Laute,
denen ich lausche!

SIEGLINDE
Deines Auges Glut 
erglänzte mir schon:
so blickte der Greis 
grüßend auf mich,
als der Traurigen Trost er gab.
An dem Blick 
erkannt' ihn sein Kind...
schon wollt' ich 
beim Namen ihn nennen!
Wehwalt heißt du fürwahr?

SIEGMUND
Nicht heiß' ich so, 
seit du mich liebst:
nun walt' ich 
der hehrsten Wonnen!

SIEGLINDE
Und Friedmund darfst du
froh dich nicht nennen?

SIEGMUND
Nenne mich du, 
wie du liebst, daß ich heiße:
den Namen nehm' ich von dir!

SIEGLINDE
Doch nanntest du Wolfe den Vater?

SIEGMUND
Ein Wolf 
war er feigen Füchsen!
Doch dem so stolz 
strahlte das Auge,
wie, Herrliche, 
hehr dir es strahlt,
der war: Wälse genannt.

SIEGLINDE
War Wälse dein Vater, 
und bist du ein Wälsung,
stieß er für dich 
sein Schwert in den Stamm,
so laß mich dich heißen, 
wie ich dich liebe:
Siegmund ...
so nenn' ich dich!

SIEGMUND
(springt auf und eilt auf den
Stamm zu)
Siegmund heiß' ich 
und Siegmund bin ich!
Bezeug' es dies Schwert, 
das zaglos ich halte!
Wälse verhieß mir, 
in höchster Not
fänd' ich es einst:
ich faß' es nun!
Heiligster Minne 
höchste Not,
sehnender Liebe 
sehrende Not
brennt mir hell in der Brust,
drängt zu Tat und Tod:
Notung! Notung! 
So nenn' ich dich, Schwert 
Notung! Notung! 
Neidlicher Stahl!
Zeig' deiner Schärfe 
schneidenden Zahn:
heraus aus der Scheide zu mir!

(er zieht mit einem gewaltigen Zuck
das Schwert aus dem Stamme und
zeigt es der von Staunen und
Entzücken erfaßten Sieglinde)

Siegmund, den Wälsung, 
siehst du, Weib!
Als Brautgabe 
bringt er dies Schwert:
so freit er sich
die seligste Frau;
dem Feindeshaus 
entführt er dich so.
Fern von hier 
folge mir nun,
fort in des Lenzes 
lachendes Haus:
dort schützt dich Nothung, 
das Schwert,
wenn Siegmund dir liebend erlag!
SIEGMUND
A la luna de primavera
resplandeces luminosa,
sublime su halo rodea 
tu cabello ondulante:
fácilmente veo lo que me cautiva,
pues mi mirada se deleita
en cuanto contempla.

SIEGLINDE
¡Qué despejada está tu frente,
el ramillete de tus venas 
se entrelaza en las sienes!
¡Tengo miedo de la felicidad
que me embelesa!
Un prodigio hace recordar
que hoy te he visto 
por primera vez,
pero que mis ojos ya te habían visto!

SIEGMUND
Un sueño de amor 
también me hace recordar:
¡que yo ya te había visto llevado
por mi ardiente deseo!

SIEGLINDE
En el arroyo contemplé 
mi propia imagen...
y ahora la percibo de nuevo:
¡como antes emergiera
a la superficie del agua,
así me ofreces tú ahora mi imagen!

SIEGMUND
Tú eres la imagen 
que yo ocultaba dentro de mí.

SIEGLINDE
¡Oh, calla! 
Déjame escuchar tu voz:
me parece haberla oído 
siendo niña.
¡Mas, no! La oí recientemente,
mientras el bosque 
me devolvía el eco de la mía.

SIEGMUND
¡Oh, dulcísimo sonido, 
el que escucho!

SIEGLINDE
Me ilumina la llama de tus ojos:
así me miró 
el anciano al saludarme;
cuando dio consuelo 
a mi tristeza.
Por la mirada he visto 
que eres hijo suyo
¡quisiera darte 
su mismo nombre!
¿De verdad te llamas Wehwalt?

SIEGMUND
No me llamo así 
desde que tú me amas:
¡ahora poseo 
las más sublimes delicias!

SIEGLINDE
¿Y no puedes llamarte 
Mensajero de la Paz?

SIEGMUND
Llámame como tú quieras 
que me llame:
¡de ti tomaré mi nombre!

SIEGLINDE
¿Pero no llamaste Lobo a tu padre?

SIEGMUND
¡Un lobo era él 
para los cobardes zorros!
Pero aquel a quien tan orgulloso
le brillaba el ojo
como a ti, nobilísima, 
te brillan los tuyos,
se llamaba Wälse.

SIEGLINDE
Si era Wälse tu padre
y tú eres un welsungo,
él clavó 
para ti su espada
en el tronco,
déjame llamarte 
como quiera:
¡te llamaré Siegmund!

SIEGMUND
(se levanta de golpe y corre al
tronco del fresno)
¡Siegmund me llamo y Siegmund soy!
¡Testimónielo esta espada
que sin miedo cojo!
Wälse me prometió 
que la encontraría
cuando la necesitara: 
¡ahora la cojo!
Supremo sufrimiento 
del amor sagrado,
extrema aflicción 
del fuerte deseo
abrasa mi pecho
empujándome a luchar 
hasta la muerte.
¡Notung! ¡Notung! 
Así te llamo, espada.
¡Notung! ¡Notung! 
¡Precioso acero!
¡Muestra de tu filo 
los cortantes dientes!
¡Sal de tu vaina!

(arranca del tronco la espada con
un poderoso tirón y la muestra a
Sieglinde, embargada de asombro y
entusiasmo)

¡Estás viendo a Siegmund, mujer,
al weslungo!
Como dote nupcial 
traigo esta espada.
Así pretende él
a la más divina de las mujeres,
de la casa del enemigo 
así te rapta.
Lejos de aquí, 
sígueme ahora,
vayamos donde ríe la primavera:
¡allí te protegerá Notung, 
la espada,
aunque Siegmund
muera de amor por ti!
(er hat sie umfaßt,
um sie mit sich fortzuziehen)

SIEGLINDE
Bist du Siegmund, 
den ich hier sehe,
Sieglinde bin ich, 
die dich ersehnt:
die eigne Schwester
gewannst du zu eins 
mit dem Schwert!

SIEGMUND
Braut und Schwester 
bist du dem Bruder -
so blühe denn, 
Wälsungen-Blut!
(la abraza con pasión 
para llevarla a fuera)

SIEGLINDE
Si es Siegmund 
el que veo,
yo soy Sieglinde,  
que te desea:
¡a tu propia hermana
acabas de conquistar  
con tu espada!

SIEGMUND
Novia y hermana eres 
para el hermano:
¡florece así, pues, 
sangre de los weslungos!

 

ACTO II

Accidentada cordillera rocosa. En el foro serpentea desde abajo una garganta ascendente que desemboca en un collado; desde éste el piso vuelve a descender hacia el proscenio. Wotan, completamente armado, con lanza; ante él Brünnhilde, como walkyria, también con toda su dotación de armas.

AKT II


Erste Szene

WOTAN
Nun zäume dein Roß, 
reisige Maid!
Bald entbrennt 
brünstiger Streit:
Brünnhilde stürme zum Kampf,
dem Wälsung kiese sie Sieg!
Hunding wähle sich, 
wem er gehört;
nach Walhall taugt er mir nicht.
Drum rüstig und rasch,
reite zur Wal!

BRÜNNHILDE
Hojotoho! Hojotoho!
Heiaha! Heiaha! 
Hojotoho! Heiaha!

(blickt in die hintere Schlucht hinab
und ruft zu Wotan zurück)

Dir rat' ich, Vater, 
rüste dich selbst;
harten Sturm 
sollst du bestehn.
Fricka naht, deine Frau,
im Wagen mit dem Widdergespann.
Hei! Wie die goldne 
Geißel sie schwingt!
Die armen Tiere 
ächzen vor Angst;
wild rasseln die Räder;
zornig fährt sie zum Zank!
In solchem Strauße 
streit' ich nicht gern,
lieb' ich auch mutiger 
Männer Schlacht!
Drum sieh, 
wie den Sturm du bestehst:
ich Lustige laß' dich im Stich!
Hojotoho! Hojotoho!
Heiaha! Heiaha! Heiahaha!

Brünnhilde verschwindet hinter der
Gebirgshöhe zur Seite. In einem mit
zwei Widdern bespannten Wagen
langt Fricka aus der Schlucht auf
dem Felsjoche an: dort hält sie
rasch an und steigt aus. Sie
schreitet heftig in den Vordergrund
auf Wotan zu)

WOTAN
Der alte Sturm, 
die alte Müh'!
Doch stand muß ich hier halten!

FRICKA
Wo in den Bergen du dich birgst,
der Gattin Blick zu entgehn,
einsam hier 
such' ich dich auf,
daß Hilfe du mir verhießest.

WOTAN
Was Fricka kümmert, 
künde sie frei.

FRICKA
Ich vernahm Hundings Not,
um Rache rief er mich an:
der Ehe Hüterin 
hörte ihn,
verhieß streng 
zu strafen die Tat
des frech frevelnden Paars,
das kühn den Gatten gekränkt.

WOTAN
Was so Schlimmes 
schuf das Paar,
das liebend einte der Lenz?
Der Minne Zauber 
entzückte sie:
wer büßt mir der Minne Macht?

FRICKA
Wie töricht und taub du dich stellst,
als wüßtest fürwahr du nicht,
daß um der Ehe 
heiligen Eid,
den hart gekränkten, ich klage!

WOTAN
Unheilig 
acht' ich den Eid,
der Unliebende eint;
und mir wahrlich 
mute nicht zu,
daß mit Zwang ich halte, 
was dir nicht haftet:
denn wo kühn Kräfte sich regen,
da rat' ich offen zum Krieg.
ACTO II


Escena Primera

WOTAN
Ahora ensilla tu corcel, 
virgen guerrera:
¡pronto se desencadenará 
un violento combate!
Corra Brunilda a la lucha:
¡dele la victoria al welsungo!
Que Hunding 
se reúna con los suyos:
no me sirve para el Walhalla.
¡Armada y veloz 
cabalga por ello al combate!

BRUNILDA
¡Hojotoho! ¡Hojotoho!
¡Heyaha! ¡Heyaha! 
¡Hojotoho! ¡Heyaha!

(mira hacia la garganta del foro y
llama a Wotan)

Te aconsejo, padre, 
que tú mismo te prepares;
duro asalto deberás resistir.
Fricka, tu mujer, 
se acerca en el carro 
con el tiro de moruecos.
¡Hey! ¡Cómo blande 
el áureo látigo!
Los pobres animales 
gimen de miedo;
salvajemente rechinan las ruedas;
colérica viene a disputar contigo.
No peleo de buen grado 
en tales pendencias,
prefiero el combate 
entre hombres valerosos.
Mira, pues, 
cómo resistes el asalto:
¡yo, la alegre, te dejo solo!
¡Hojotoho! ¡Hojotoho!
¡Heyaha! ¡Heyaha! ¡Heyahaha!

(Brunilda desaparece por detrás de
las alturas montañosas del lateral.
en un carro tirado por dos
moruecos, Fricka alcanza el
collado viniendo por la garganta:
allí se detiene en seguida y baja.
Avanza vehementemente hacia el 
proscenio, al encuentro de Wotan)

WOTAN
¡La vieja disputa, 
el viejo fastidio!
¡Pero debo mantenerme firme!

FRICKA
Dónde, en las montañas, te ocultas,
para sustraerte 
a la mirada de tu esposa;
sola vengo aquí a buscarte,
para que me prometas ayuda.

WOTAN
Lo que aflige a Fricka 
expóngalo abiertamente.

FRICKA
Supe la desdicha de Hunding,
me llamó pidiendo venganza;
guardiana del matrimonio, 
le escuché,
prometí castigar severamente 
la acción
de la insolente y criminal pareja,
que ofendió osadamente al esposo.

WOTAN
¿Qué mal hizo la pareja
que unió amorosamente 
la primavera?
El hechizo del amor los subyugó:
¿quién puede oponerse 
al poder del amor?

FRICKA
¡Te haces el tonto y el sordo
como si no supieras perfectamente
que clamo por el sagrado juramento
del matrimonio, 
duramente ofendido!

WOTAN
Sacrílego considero yo el juramento
que une a los que no se aman;
no me exijas 
que mantenga por la fuerza 
lo que a ti no te concierne,
donde audazmente 
se manifiestan 
sentimientos limpios,
aconsejo abiertamente la guerra.
FRICKA
Achtest du rühmlich 
der Ehe Bruch,
so prahle nun weiter 
und preis' es heilig,
daß Blutschande entblüht
dem Bund eines Zwillingspaars!
Mir schaudert das Herz, 
es schwindelt mein Hirn:
bräutlich umfing 
die Schwester der Bruder!
Wann ward es erlebt,
daß leiblich Geschwister 
sich liebten?

WOTAN
Heut' hast du 's erlebt!
Erfahre so, 
was von selbst sich fügt,
sei zuvor auch noch nie es geschehn.
Daß jene sich lieben, 
leuchtet dir hell;
drum höre redlichen Rat:
Soll süße Lust 
deinen Segen dir lohnen,
so segne, lachend der Liebe,
Siegmunds und Sieglindes Bund!

FRICKA
So ist es denn aus 
mit den ewigen Göttern,
seit du die wilden 
Wälsungen zeugtest?
Heraus sagt' ich's; -
traf ich den Sinn?
Nichts gilt dir der Hehren 
heilige Sippe;
hin wirfst du alles, 
was einst du geachtet;
zerreißest die Bande, 
die selbst du gebunden,
lösest lachend 
des Himmels Haft: -
daß nach Lust und Laune nur walte
dies frevelnde Zwillingspaar,
deiner Untreue zuchtlose Frucht!
O, was klag' ich 
um Ehe und Eid,
da zuerst du selbst sie versehrt!
Die treue Gattin 
trogest du stets;
wo eine Tiefe, 
wo eine Höhe,
dahin lugte 
lüstern dein Blick,
wie des Wechsels Lust du gewännest
und höhnend kränktest mein Herz.
Trauernden Sinnes 
mußt' ich's ertragen,
zogst du zur Schlacht 
mit den schlimmen Mädchen,
die wilder Minne 
Bund dir gebar:
denn dein Weib noch scheutest du so,
daß der Walküren Schar
und Brünnhilde selbst, 
deines Wunsches Braut,
in Gehorsam der Herrin du gabst.
Doch jetzt, da dir neue
Namen gefielen,
als "Wälse" wölfisch 
im Walde du schweiftest;
jetzt, da zu niedrigster
Schmach du dich neigtest,
gemeiner Menschen 
ein Paar zu erzeugen:
jetzt dem Wurfe der Wölfing
wirfst du zu Füßen dein Weib!
So führ' es denn aus! 
Fülle das Maß!
Die Betrog'ne laß auch zertreten!

WOTAN
Nichts lerntest du, 
wollt' ich dich lehren,
was nie du erkennen kannst,
eh' nicht ertagte die Tat.
Stets Gewohntes 
nur magst du verstehn:
doch was noch nie sich traf,
danach trachtet mein Sinn.
Eines höre! 
Not tut ein Held,
der, ledig göttlichen Schutzes,
sich löse vom Göttergesetz.
So nur taugt er 
zu wirken die Tat,
die, wie not sie den Göttern,
dem Gott doch zu wirken verwehrt.

FRICKA
Mit tiefem Sinne 
willst du mich täuschen:
was Hehres sollten 
Helden je wirken,
das ihren Göttern wäre verwehrt,
deren Gunst 
in ihnen nur wirkt?
FRICKA
¡Si consideras meritorio 
el adulterio,
jáctate y ensalza 
como sagrado
que medre el incesto de la unión
de una pareja de mellizos!
Se me estremece el corazón, 
siento vértigo:
¡nupcialmente abrazó 
la hermana al hermano!
¿Cuándo se ha visto 
que se amaran carnalmente 
dos hermanos?

WOTAN
¡Hoy lo has visto!
Aprende que puede ocurrir,
aunque jamás sucediera antes.
Que ellos se aman 
está claro para ti;
por ello, escucha un consejo sincero;
si la alegría debe premiar 
tu bendición,
entonces bendice, 
sé propicia al amor,
la unión de Siegmund y Sieglinde.

FRICKA
¿Así se acabó, 
la estirpe de los dioses eternos
puesto que engendraste 
a los salvaje welsungos?
Lo he dicho bien claro; 
¿acerté el sentido?
¡Nada vale para ti
el sagrado clan de los dioses!
¡lejos arrojas todo 
lo que antes amabas,
rompes los lazos 
que tú mismo ataste,
te liberas riendo 
de la prisión celestial,
para que sólo impere a su capricho
esta criminal pareja de mellizos,
el rebelde fruto de tu infidelidad!
¡Oh, para qué clamo 
por el matrimonio y el juramento, 
si tú eres el primero en vulnerarlos!
A tu fiel esposa engañaste siempre,
por los valles y las alturas,
lascivamente tu mirada acechaba
para conseguir el placer 
de la variación 
y herir, burlándote,
mi corazón.
Con ánimo entristecido 
tuve que soportar
que fueras al combate 
con las perversas vírgenes 
que te nacieron 
de la unión ilícita:
pues aún respetabas a tu mujer
puesto que sometiste 
a mi obediencia
a la tropa de walkyrias 
y a la misma Brunilda,
fruto de tu deseo.
Pero ahora, 
te gusta cambiar de nombre,
te llamas "Wälse",
y vas como un lobo errante 
por el bosque;
descendiste a la extrema vileza
de engendrar una pareja
de hombres ordinarios,
¡y ahora arrojas a tu mujer
a los pies de tu camada de lobeznos!
¡Llévalo a cabo, pues! 
¡Colma la medida!
¡Deja que pisoteen a la engañada!

WOTAN
Nunca aprendiste, 
a pesar de que quise enseñarte,
a reconocer los hechos
antes de que sucedieran.
Sólo comprendes lo convencional,
pero yo aspiro a comprender
lo que nunca ha sucedido.
Oye esto: la necesidad 
creará un héroe
que, ajeno a la protección divina,
se libere de la ley de los dioses.
Sólo él servirá 
para realizar el acto
que, tan necesario a los dioses,
le está prohibido 
realizarlo a un dios.

FRICKA
Con profundos juicios 
quieres embaucarme:
¿qué gran hazaña podrá realizar 
ese héroe
que no puedan realizar los dioses,
siendo así que sólo actúa 
por gracia de los dioses?
WOTAN
lhres eignen Mutes achtest du nicht?

FRICKA
Wer hauchte Menschen ihn ein?
Wer hellte den Blöden den Blick?
In deinem Schutz 
scheinen sie stark,
durch deinen Stachel 
streben sie auf:
du reizest sie einzig,
die so mir Ew'gen du rühmst,
Mit neuer List 
willst du mich belügen,
durch neue Ränke
mir jetzt entrinnen;
doch diesen Wälsung 
gewinnst du dir nicht:
in ihm treff' ich nur dich,
denn durch dich trotzt er allein.

WOTAN
In wildem Leiden 
erwuchs er sich selbst:
mein Schutz schirmte ihn nie.

FRICKA
So schütz' auch heut' ihn nicht!
Nimm ihm das Schwert, 
das du ihm geschenkt!

WOTAN
Das Schwert?

FRICKA
Ja, das Schwert, das zauberstark
zuckende Schwert,
das du Gott dem Sohne gabst.

WOTAN
Siegmund gewann es sich
selbst in der Not.

FRICKA
Du schufst ihm die Not,
wie das neidliche Schwert.
Willst du mich täuschen,
die Tag und Nacht 
auf den Fersen dir folgt?
Für ihn stießest du 
das Schwert in den Stamm,
du verhießest ihm 
die hehre Wehr:
willst du es leugnen,
daß nur deine List
ihn lockte, wo er es fänd'?
Mit Unfreien 
streitet kein Edler,
den Frevler straft nur der Freie.
Wider deine Kraft
führt' ich wohl Krieg:
doch Siegmund 
verfiel mir als Knecht!
Der dir als Herren 
hörig und eigen,
gehorchen soll ihm 
dein ewig Gemahl?
Soll mich in Schmach 
der Niedrigste schmähen,
dem Frechen zum Sporn,
dem Freien zum Spott?
Das kann mein Gatte nicht wollen,
die Göttin entweiht er nicht so!

WOTAN
Was verlangst du?

FRICKA
Laß von dem Wälsung!

WOTAN
Er geh' seines Wegs.

FRICKA
Doch du schütze ihn nicht,
wenn zur Schlacht 
ihn der Rächer ruft!

WOTAN
Ich schütze ihn nicht.

FRICKA
Sieh mir ins Auge, 
sinne nicht Trug:
die Walküre wend' auch von ihm!

WOTAN
Die Walküre walte frei.
WOTAN
¿No adviertes su valor?

FRICKA
¿Quién se lo inspiró a los hombres?
¿Quién abrió los ojos 
a los imbéciles?
Bajo tu protección parecen fuertes;
gracias a tu estímulo siguen adelante:
sólo tú incitaste a esos que alabas
ante mí, la eterna.
Con nuevas astucias 
quieres engañarme,
confundirme ahora
mediante nuevas intrigas;
pero a este welsungo 
no lo ganarás para ti;
en él es a ti a quien veo, 
pues sólo se atreve a desafiarme,
porque tú le animas a ello.

WOTAN
Sólo gracias 
al sufrimiento
se ha hecho a sí mismo

FRICKA
¡Entonces, no le protejas hoy!
Quítale la espada 
que le regalaste.

WOTAN
¿La espada?

FRICKA
¡Sí, la espada,
la mágica y poderosa espada
que tú, dios, diste a tu hijo!

WOTAN
Siegmund 
ha sabido ganársela.

FRICKA
Tú eres autor 
tanto de su miseria
como de su magnífica espada.
¿Quieres confundirme,
a mí, que día y noche 
sigo tus pasos?
Para él clavaste la espada
en el tronco;
tú le prometiste 
la sublime arma:
¿negarás que sólo tu astucia 
le atrajo
donde la encontró?
Ningún noble combate 
contra esclavos;
el noble se contenta 
con castigar al criminal.
Contra ti puedo luchar; 
pero Siegmund
quedó a mi merced como esclavo.
Al que a ti, su señor, 
sirve y pertenece,
¿debe obedecer tu eterna esposa?
¿Debe injuriarme afrentosamente 
el más abyecto, 
puede insolentarse un ser libre
hasta el punto de mofarse de mí?
Esto no puede quererlo mi esposo,
él no profanará así a la diosa.

WOTAN
¿Qué pides?

FRICKA
¡Apártate del welsungo!

WOTAN
El sigue su camino.

FRICKA
¡Pero no le protejas cuando
al combate 
le llame el vengador!

WOTAN
No le protegeré.

FRICKA
Mírame a los ojos; 
no intentes engañarme;
¡aparta también de él a la walkyria!

WOTAN
La walkyria obra libremente.
FRICKA
Nicht doch; deinen Willen
vollbringt sie allein:
verbiete ihr Siegmunds Sieg!

WOTAN
Ich kann ihn nicht fällen: 
er fand mein Schwert!

FRICKA
Entzieh' dem den Zauber, 
zerknick es dem Knecht!
Schutzlos schau' ihn der Feind!

(Brünnhilde erscheint mit 
ihrem Roß auf dem Felsenpfade 
rechts. Als sie Fricka gewahrt)

BRÜNNHILDE
Heiaha! Heiaha! Hojotoho!

FRICKA
Dort kommt deine kühne Maid;
jauchzend jagt sie daher.

BRÜNNHILDE
Heiaha! Heiaha! 
Hojotoho! Hojotoho!

WOTAN
Ich rief sie 
für Siegmund zu Roß!

FRICKA
Deiner ew'gen Gattin 
heilige Ehre
beschirme heut' ihr Schild!
Von Menschen verlacht, 
verlustig der Macht,
gingen wir Götter zugrund:
würde heut' nicht hehr 
und herrlich mein Recht
gerächt von der mutigen Maid.
Der Wälsung fällt meiner Ehre:
Empfah ich von Wotan den Eid?

WOTAN
Nimm den Eid!

FRICKA
(zu Brünnhilde)
Heervater harret dein:
lass' ihn dir künden, 
wie das Los er gekiest!
(ab)
FRICKA
¡No! Ella sólo ejecuta tu voluntad;
¡prohíbele la victoria 
de Siegmund!

WOTAN
No puedo abatirlo, 
encontró mi espada.

FRICKA
¡Prívala de la magia, 
rómpesela!
¡Véalo indefenso el enemigo!

(Brunilda aparece con su corcel.
Cuando descubre a Fricka, 
se detiene en seguida)

BRUNILDA
¡Heyaha! ¡Heyaha! ¡Hojotoho!

FRICKA
Ahí viene tu osada virgen;
jubilosa corre hacia aquí.

BRUNILDA
¡Heyaha! ¡Heyaha! 
¡Hojotoho! ¡Hojotoho!

WOTAN
Le he pedido que ensille su corcel
y acuda en ayuda de Siegmund.

FRICKA
¡La sagrada honra de tu esposa eterna 
proteja hoy tu escudo!
Burlados por hombres, 
privados del poder,
nosotros, los dioses, pereceríamos,
si hoy mi derecho no fuera 
augusta y magníficamente vengado
por la valerosa virgen.
Caiga el welsungo 
en aras de mi honra.
¿Estás dispuesto a jurarlo, Wotan?

WOTAN
¡Lo juro!

FRICKA
(a Brunilda)
Te aguarda 
el Padre de los Ejércitos:
él te dirá lo que ha decidido.
(parte de prisa)
Zweite Szene

BRÜNNHILDE
Schlimm, fürcht' ich, 
schloß der Streit,
lachte Fricka dem Lose.
Vater, was soll 
dein Kind erfahren?
Trübe scheinst du und traurig!

WOTAN
In eigner Fessel 
fing ich mich:
ich Unfreiester aller!

BRÜNNHILDE
So sah ich dich nie!
Was nagt dir das Herz?

WOTAN
O heilige Schmach! 
O schmählicher Harm!
Götternot! 
Götternot!
Endloser Grimm! 
Ewiger Gram!
Der Traurigste bin ich von allen!

BRÜNNHILDE
Vater! Vater! 
Sage, was ist dir?
Wie erschreckst du mit 
Sorge dein Kind?
Vertraue mir! 
Ich bin dir treu:
sieh, Brünnhilde bittet!

WOTAN
Laß ich's verlauten,
lös' ich dann nicht 
meines Willens haltenden Haft?

BRÜNNHILDE
Zu Wotans Willen sprichst du,
sagst du mir, was du willst;
wer bin ich, 
wär' ich dein Wille nicht?
Escena Segunda

BRUNILDA
Mal, me temo, 
acabó la disputa,
si la suerte ha sonreído a Fricka.
Padre, 
¿qué debe saber tu hija?
¡Apesadumbrado pareces, y triste!

WOTAN
¡He caído 
en mi propia trampa,
yo, el menos libre de todos!

BRUNILDA
Jamás te he visto así:
¿qué te roe el corazón?

WOTAN
¡Oh, sagrada infamia! 
¡Oh, ultrajante aflicción!
¡Necesidad de los dioses!
¡Necesidad de los dioses!
¡Rabia infinita! 
¡Eterno pesar!
¡El más triste soy yo de todos!

BRUNILDA
¡Padre! ¡Padre! 
¡Di! ¿Qué te ocurre?
¿Por qué asustas a tu hija 
con alarmas?
¡Confía en mí! 
Te soy fiel:
¡mírame, Brunilda te lo ruega!

WOTAN
Si lo hiciera,
¿no rompería el juramento
recién prestado?

BRUNILDA
A la voluntad de Wotan hablarás
si me dices lo que quieres, pues
¿quién soy yo, 
si no tu propia voluntad?
WOTAN
Was keinem in Worten ich künde,
unausgesprochen 
bleib' es denn ewig:
mit mir nur rat' ich, 
red' ich zu dir. -
Als junger Liebe 
Lust mir verblich,
verlangte nach Macht mein Mut:
von jäher Wünsche 
Wüten gejagt,
gewann ich mir die Welt.
Unwissend trugvoll, 
Untreue übt' ich,
band durch Verträge,
was Unheil barg:
listig verlockte mich Loge,
der schweifend nun verschwand.
Von der Liebe doch 
mocht' ich nicht lassen,
in der Macht verlangt' 
ich nach Minne.
Den Nacht gebar, 
der bange Nibelung,
Alberich, brach ihren Bund;
er fluchte der Lieb' 
und gewann durch den Fluch
des Rheines glänzendes Gold
und mit ihm maßlose Macht.
Den Ring, den er schuf,
entriß ich ihm listig;
doch nicht dem Rhein 
gab ich ihn zurück:
mit ihm bezahlt' ich 
Walhalls Zinnen,
der Burg, die Riesen mir bauten,
aus der ich der Welt nun gebot.
Die alles weiß, 
was einstens war,
Erda, die weihlich 
weiseste Wala,
riet mir ab von dem Ring,
warnte vor ewigem Ende.
Von dem Ende wollt' ich 
mehr noch wissen;
doch schweigend entschwand 
mir das Weib...
Da verlor ich den leichten Mut,
zu wissen begehrt' es den Gott:
in den Schoß der Welt 
schwang ich mich hinab,
mit Liebeszauber 
zwang ich die Wala,
stört' ihres Wissens Stolz, 
daß sie Rede nun mir stand.
Kunde empfing ich von ihr;
von mir doch barg sie ein Pfand:
der Welt weisestes Weib
gebar mir, Brünnhilde, dich.
Mit acht Schwestern 
zog ich dich auf;
durch euch Walküren 
wollt' ich wenden,
was mir die Wala 
zu fürchten schuf:
ein schmähliches Ende der Ew'gen.
Daß stark zum Streit 
uns fände der Feind,
hieß ich euch Helden mir schaffen:
die herrisch wir sonst
in Gesetzen hielten,
die Männer, denen 
den Mut wir gewehrt,
die durch trüber Verträge 
trügende Bande
zu blindem Gehorsam 
wir uns gebunden,
die solltet zu Sturm
und Streit ihr nun stacheln,
ihre Kraft reizen 
zu rauhem Krieg,
daß kühner Kämpfer Scharen
ich sammle in Walhalls Saal!

BRÜNNHILDE
Deinen Saal füllten wir weidlich:
viele schon führt' ich dir zu.
Was macht dir nun Sorge, 
da nie wir gesäumt?

WOTAN
Ein andres ist's:
achte es wohl, 
wes mich die Wala gewarnt!
Durch Alberichs Heer
droht uns das Ende:
mit neidischem Grimm 
grollt mir der Niblung:
doch scheu' ich nun nicht 
seine nächtigen Scharen,
meine Helden schüfen mir Sieg.
Nur wenn je den Ring
zurück er gewänne,
dann wäre Walhall verloren:
der der Liebe fluchte, 
er allein
nützte neidisch 
des Ringes Runen
zu aller Edlen 
endloser Schmach:
der Helden Mut 
entwendet' er mir;
die Kühnen selber
zwäng' er zum Kampf;
mit ihrer Kraft 
bekriegte er mich.
Sorgend sann ich nun selbst,
den Ring dem Feind zu entreißen.
Der Riesen einer, 
denen ich einst
mit verfluchtem Gold 
den Fleiß vergalt:
Fafner hütet den Hort,
um den er den Bruder gefällt.
Ihm müßt' ich den Reif entringen,
den selbst als Zoll ich ihm zahlte.
Doch mit dem ich vertrug,
ihn darf ich nicht treffen;
machtlos vor ihm 
erläge mein Mut: -
das sind die Bande, 
die mich binden:
der durch Verträge ich Herr,
den Verträgen bin ich nun Knecht.
Nur Einer könnte, 
was ich nicht darf:
ein Held, dem helfend 
nie ich mich neigte;
der fremd dem Gotte, 
frei seiner Gunst,
unbewußt, 
ohne Geheiß,
aus eigner Not, 
mit der eignen Wehr
schüfe die Tat, 
die ich scheuen muß,
die nie mein Rat ihm riet,
wünscht sie auch 
einzig mein Wunsch!
Der, entgegen dem Gott, 
für mich föchte,
den freundlichen Feind, 
wie fände ich ihn?
Wie schüf' ich den Freien, 
den nie ich schirmte,
der im eignen Trotze 
der trauteste mir?
Wie macht' ich den andren, 
der nicht mehr ich,
und aus sich wirkte, 
was ich nur will?
O göttliche Not! 
Gräßliche Schmach!
Zum Ekel find' ich 
ewig nur mich
in allem, was ich erwirke!
Das andre, das ich ersehne,
das andre erseh' ich nie:
denn selbst muß 
der Freie sich schaffen:
Knechte erknet' ich mir nur!
WOTAN
Lo que a nadie refiero 
con palabras,
permanezca eternamente ignorado:
sólo conmigo hablo 
cuando te hablo a ti.
Cuando en mí expiró 
la alegría del amor joven,
mi valor aspiró al poder:
movido por la furia 
de irreflexivos deseos,
gané para mí el mundo.
Ignorante y engañoso, 
ejercité la infidelidad,
até con pactos aquello
que entrañaba infortunio:
astutamente 
me sedujo Loge,
que después desapareció.
Pero no quise 
apartarme del amor,
siendo poderoso, 
aspiré al placer.
El nacido de la noche, 
el medroso nibelungo,
Alberich, rompió sus lazos:
maldijo el amor, 
y con una maldición
ganó el brillante 
oro del Rhin
y con él inmenso poder.
El anillo que forjó 
yo le quité con astucia;
pero no se lo devolví al Rhin:
con él pagué las almenas 
del Walhalla,
de la fortaleza 
que me construyeron gigantes,
desde la que ahora 
domino el mundo.
La que sabe todo 
lo que ocurrió en el pasado, 
Erda, 
la sagrada y más sabia Wala,
me aconsejó separarme del anillo,
me previno 
del fin eterno.
Del fin quise saber aún más;
pero desapareció 
en silencio. 
A partir de entonces 
perdí mi alegría,
el dios anhelaba saber:
descendí al seno del mundo,
mediante el amor forcé a la Wala,
perturbé el orgullo 
de su sabiduría,
para que ahora contestara.
Nuevas recibí de ella;
pero obtuvo una prenda mía;
la mujer más sabia del mundo
alumbró a Brunilda, a ti.
Con ocho hermanas te crié:
por medio vuestro, walkyrias, 
quería yo evitar
lo que la Wala me hizo saber:
un ignominioso final de los eternos.
Para que el enemigo nos hallara
fuertes en el combate
os ordené procurarme héroes,
para tener bajo nuestras
órdenes a los dominadores;
a los hombres 
a quienes prohibimos el valor,
a los que por medio 
de oscuros pactos
indujimos a una ciega obediencia,
a ellos debíais ahora inducir 
a pelear,
a probar su fuerza en ruda guerra,
¡para que tropas de osados guerreros
pueda yo reunir 
en la sala del Walhalla!

BRUNILDA
Llenamos tu sala hasta colmarla:
llevé a muchos a tu lado.
¿Qué te causa ahora inquietud, 
si nunca fuimos negligentes?

WOTAN
Hay algo más;
¡escucha bien 
lo que me advirtió la Wala!
Por el ejército de Alberich
nos amenaza el fin;
con envidiosa saña
me guarda rencor el nibelungo:
pero no temo ahora 
a sus nocturnas huestes,
mis héroes me darían la victoria.
Sólo si él reconquistara
alguna vez el anillo,
entonces,
estaría perdido el Walhalla:
el que maldijo el amor, 
sólo él 
podría servirse del anillo
para infinita vergüenza 
de todos los nobles;
el valor de los héroes 
se volvería contra mí,
forzaría a combatir 
a los más osados,
con su ayuda me haría la guerra.
Preocupado, pensé arrebatarle 
el anillo al enemigo.
Uno de los gigantes 
a los que otrora
recompensé su diligencia 
con el oro maldito,
Fafner, guarda el tesoro
por el que mató a su hermano.
A él tendría que arrancarle 
el anillo
que yo mismo le pagué 
como tributo.
Pero no puedo tocar
a aquel con quien pacté;
ante él sucumbiría impotente 
mi valor:
éstos son los lazos 
que me atan;
pues yo, 
señor mediante pactos,
de los pactos soy ahora esclavo.
Sólo uno podría 
lo que yo no puedo:
un héroe al que jamás hubiese 
intentado ayudar, uno que,
ajeno al dios,
del que jamás hubiese recibido 
favor alguno,
inconsciente, 
sin haber recibido órdenes,
fuera capaz de llevar a cabo
la hazaña 
que yo no puedo realizar,
¡aquella que yo jamás 
le aconsejaré,
aunque ese sea mi deseo!
Este hombre, 
que a pesar de ser enemigo
de los dioses 
combatiera para mí,
¿cómo hallar a ese hombre?
¿Cómo crear a un hombre libre
al que jamás hubiera protegido,
a uno que me sirviera 
a pesar suyo?
¿Cómo crear a un ser 
que ya no fuera yo mismo 
pero que hiciera mi voluntad 
por propia iniciativa?
¡Oh miseria divina! 
¡Abominable vergüenza!
A mí mismo me repugna
todo lo que emprendo.
Jamás veo lo que tanto anhelo,
puesto que el hombre libre
debe crearse a sí mismo.
BRÜNNHILDE
Doch der Wälsung, Siegmund, 
wirkt er nicht selbst?

WOTAN
Wild durchschweift' ich 
mit ihm die Wälder;
gegen der Götter Rat 
reizte kühn ich ihn auf:
gegen der Götter Rache
schützt ihn nun einzig das Schwert,
das eines Gottes 
Gunst ihm beschied.
Wie wollt' ich listig 
selbst mich belügen?
So leicht ja entfrug mir 
Fricka den Trug:
zu tiefster Scham 
durchschaute sie mich!
Ihrem Willen muß ich gewähren.

BRÜNNHILDE
So nimmst du von Siegmund 
den Sieg?

WOTAN
Ich berührte Alberichs Ring,
gierig hielt ich das Gold!
Der Fluch, den ich floh,
nicht flieht er nun mich:
Was ich liebe, muß ich verlassen,
morden, wen je ich minne,
trügend verraten, 
wer mir traut!
Fahre denn hin, 
herrische Pracht,
göttlichen Prunkes 
prahlende Schmach!
Zusammen breche,
was ich gebaut!
Auf geb' ich mein Werk; 
nur Eines will ich noch:
das Ende,
das Ende! -
Und für das Ende 
sorgt Alberich!
Jetzt versteh' ich 
den stummen Sinn
des wilden Wortes der Wala:
"Wenn der Liebe finstrer Feind
zürnend zeugt einen Sohn,
der Sel'gen Ende 
säumt dann nicht!"
Vom Niblung jüngst 
vernahm ich die Mär',
daß ein Weib der Zwerg bewältigt,
des' Gunst Gold ihm erzwang:
Des Hasses Frucht 
hegt eine Frau,
des Neides Kraft 
kreißt ihr im Schoß:
das Wunder gelang 
dem Liebelosen;
doch der in Lieb' ich freite,
den Freien erlang' ich mir nicht.
So nimm meinen Segen, 
Niblungensohn!
Was tief mich ekelt, 
dir geb' ich's zum Erbe,
der Gottheit nichtigen Glanz:
zernage ihn gierig dein Neid!
BRUNILDA
¿Pero Siegmund, el welsungo,
obra por sí mismo?

WOTAN
Apasionadamente 
recorrí los bosques a su lado;
contra el consejo de los dioses
le induje a ser osado;
de su venganza sólo le protege ahora
la espada que ha conseguido
gracias al valor de un dios.
¿Cómo he podido engañarme 
a mí mismo?
Fricka descubrió 
mi engaño fácilmente.
¡Para mi vergüenza, 
adivinó mis intenciones!
¡Y ahora tendré que someterme 
a su voluntad!

BRUNILDA
Entonces, 
¿privarás de la victoria a Siegmund?

WOTAN
Toqué el anillo de Alberich,
¡ávidamente sostuve el oro!
La maldición, 
a la que logré escapar,
me persigue ahora;
¡lo que amo, tengo que abandonarlo,
asesinar a quien siempre quise,
traicionar engañosamente 
al que confía en mí!
¡Adiós, pues, señorial esplendor,
jactanciosa infamia 
de la divina pompa!
¡Desplómese lo que he construido!
Abandono mi obra; 
sólo quiero aún una cosa: 
¡el fin, el fin!
¡Y por el fin vela Alberich!
Ahora comprendo el oculto sentido
de las salvajes palabras de Wala:
"Cuando el sombrío enemigo 
del amor engendre, 
airado, un hijo,
entonces no tardará en llegar
el fin de los dioses."
Hace poco tuve nuevas 
del nibelungo:
el enano subyugó a una mujer
y la sedujo con el oro.
Una mujer lleva el fruto 
de su odio:
la fuerza de la envidia 
da vueltas en su seno.
El prodigio se logró 
para el carente de amor;
pero aquel que yo pretendí 
en el amor, el libre, 
no lo conseguiré para mí.
¡Recibe, pues, mi bendición,
hijo del nibelungo!
Lo que más me repugna 
te doy en herencia,
el vano esplendor 
de la divinidad:
¡que los celos 
acaben devorándolo!
BRÜNNHILDE
O sag', künde, 
was soll nun dein Kind?

WOTAN
Fromm streite 
für Fricka; 
hüte ihr Eh' und Eid!
Was sie erkor, 
das kiese auch ich:
was frommte mir eigner Wille?
Einen Freien kann 
ich nicht wollen:
für Frickas Knechte 
kämpfe nun du!

BRÜNNHILDE
Weh'! Nimm reuig 
zurück das Wort!
Du liebst Siegmund;
dir zulieb', 
ich weiß es, schütz'ich den Wälsung.

WOTAN
Fällen sollst du Siegmund,
für Hunding erfechten den Sieg!
Hüte dich wohl 
und halte dich stark,
all deiner Kühnheit 
entbiete im Kampf:
ein Siegschwert 
schwingt Siegmund; -
schwerlich fällt er dir feig!

BRÜNNHILDE
Den du zu lieben 
stets mich gelehrt,
der in hehrer Tugend 
dem Herzen dir teuer,
gegen ihn zwingt mich nimmer 
dein zwiespältig Wort!

WOTAN
Ha, Freche du! 
Frevelst du mir?
Wer bist du, als meines Willens
blind wählende Kür?
Da mit dir ich tagte, 
sank ich so tief,
daß zum Schimpf der eignen
Geschöpfe ich ward?
Kennst du, Kind, meinen Zorn?
Verzage dein Mut,
wenn je zermalmend
auf dich stürzte sein Strahl!
In meinem Busen 
berg' ich den Grimm,
der in Grau'n und Wust 
wirft eine Welt,
die einst zur Lust mir gelacht:
wehe dem, den er trifft!
Trauer schüf' ihm sein Trotz!
Drum rat' ich dir, 
reize mich nicht!
Besorge, was ich befahl:
Siegmund falle -
Dies sei der Walküre Werk!

(er stürmt fort und verschwindet
schnell links im Gebirge)

BRÜNNHILDE
So sah ich Siegvater nie,
erzürnt' ihn sonst wohl 
auch ein Zank!
Schwer wiegt mir 
der Waffen Wucht: -
wenn nach Lust ich focht,
wie waren sie leicht!
Zu böser Schlacht 
schleich' ich heut' so bang.
Weh', mein Wälsung!
Im höchsten Leid
muß dich treulos 
die Treue verlassen!
BRUNILDA
¡Oh, di, cuenta! 
¿Qué debe hacer ahora tu hija?

WOTAN
¡Dócilmente combate por Fricka!
¡Guárdale el matrimonio 
y el juramento!
Lo que ella eligió, 
eso elijo yo también:
¿de qué me serviría 
mi propia voluntad?
No puedo querer un hombre libre:
¡combate, pues, 
por los esclavos de Fricka!

BRUNILDA
¡Oh, dolor! 
¡Revoca, arrepentido, tu orden!
Tú amas a Siegmund:
por amor tuyo, lo sé, 
protegí al welsungo.

WOTAN
¡Debes abatir a Siegmund,
obtener la victoria para Hunding!
Guárdate bien y manténte fuerte,
todo tu arrojo 
empeña en la lucha:
Siegmund blande 
una espada victoriosa;
¡difícilmente caerá ante ti 
si vacilas!

BRUNILDA
Tú siempre me enseñaste 
a quererle,
y sus nobles virtudes 
son caras a tu corazón;
nunca me volveré contra él
siguiendo tus órdenes.

WOTAN
¡Ah, insolente! 
¿Atentas contra mí?
¿Quién eres, sino de mi voluntad
la ciega expresión?
¿Al deliberar contigo 
he caído tan bajo
que he llegado a ser insultado
por mi propia criatura?
¿Conoces, hija, mi cólera?
¡Tu valor desaparecerá 
si un día mis rayos, 
aniquiladores,
se precipitan sobre ti!
En mi pecho cobijo la rabia
que arroja al horror y a la nada 
un mundo cuya sonrisa 
una vez me complació.
¡Ay de aquel que la provoque!
¡Su desafío le traerá desgracia!
Por eso te aconsejo: 
¡no me irrites!
¡Ejecuta lo que te he ordenado!
¡Caiga Siegmund!
¡Sea esta la obra de la walkyria!

(se precipita fuera y desaparece por
la izquierda, entre las montañas)

BRUNILDA
Jamás he visto así 
al Padre de la Victoria,
aunque a veces 
le he visto encolerizado.
¡Mucho me pesan hoy mis armas!
¡Cuando las esgrimía con placer,
qué ligeras eran!
A un mal combate 
me encamino hoy, temerosa.
¡Ay de ti,
mi welsungo!
¡Para tu desgracia 
hoy tengo que serte infiel!
Dritte Szene

(auf dem Bergioche angelangt,
gewahrt Brünnhilde, in die Schlucht
hinabblickend, Siegmund und
Sieglinde; sie betrachtet die
Nahenden einen Augenblick, dann
wendet sie sich in die Höhle zu
ihrem Roß, so daß sie dem
Zuschauer gänzlich verschwindet.
Siegmund und Sieglinde erscheinen
auf dem Bergioche. Sieglinde
schreitet hastig voraus; Siegmund
sucht sie aufzuhalten)

SIEGMUND
Raste nun hier; 
gönne dir Ruh'!

SIEGLINDE
Weiter! Weiter!

SIEGMUND
Nicht weiter nun!
Verweile, süßestes Weib!
Aus Wonne-Entzücken 
zucktest du auf,
mit jäher Hast 
jagtest du fort:
kaum folgt' ich der wilden Flucht;
durch Wald und Flur, 
über Fels und Stein,
sprachlos, schweigend 
sprangst du dahin,
kein Ruf hielt dich zur Rast!
Ruhe nun aus: 
rede zu mir!
Ende des Schweigens Angst!
Sieh, dein Bruder 
hält seine Braut:
Siegmund ist dir Gesell'!

SIEGLINDE
Hinweg! Hinweg! 
Flieh' die Entweihte!
Unheilig 
umfängt dich ihr Arm;
entehrt, geschändet 
schwand dieser Leib:
flieh' die Leiche, 
lasse sie los!
Der Wind mag sie verweh'n,
die ehrlos dem Edlen sich gab!
Da er sie liebend umfing,
da seligste Lust sie fand,
da ganz sie minnte der Mann,
der ganz ihre Minne geweckt:
vor der süßesten Wonne 
heiligster Weihe,
die ganz ihr Sinn 
und Seele durchdrang,
Grauen und Schauder 
ob gräßlichster Schande
mußte mit Schreck 
die Schmähliche fassen,
die je dem Manne gehorcht,
der ohne Minne sie hielt!
Laß die Verfluchte, 
laß sie dich fliehn!
Verworfen bin ich, 
der Würde bar!
Dir reinstem Manne 
muß ich entrinnen,
dir Herrlichem darf ich 
nimmer gehören.
Schande bring' ich dem Bruder,
Schmach dem freienden Freund!

SIEGMUND
Was je Schande dir schuf,
das büßt nun des Frevlers Blut!
Drum fliehe nicht weiter; 
harre des Feindes;
hier soll er mir fallen:
wenn Notung ihm 
das Herz zernagt,
Rache dann hast du erreicht!
Escena Tercera

(al alcanzar el collado, Brunilde
mira hacia la garganta y divisa a
Sieglinde y Siegmund; observa unos
instantes a los que se acercan y
después se dirige a la cueva, 
junto a su corcel, de manera que
desaparece completamente para los
espectadores. Siegmund y Sieglinde
aparecen en el collado. 
Sieglinde camina delante, 
presurosa; Siegmund intenta 
detenerla)

SIEGMUND
¡Descansa ahora aquí, 
concédete reposo!

SIEGLINDE
¡Adelante! ¡Adelante!

SIEGMUND
¡No sigamos andando!
¡Deténte, mujer dulcísima!
Saliste bruscamente 
en el momento del éxtasis,
corriste lejos 
con repentina prisa:
apenas pude seguir tu salvaje huida
por el bosque y la floresta, 
a campo través.
Sin decir palabra, 
corriste hasta aquí,
¡ninguna voz te detuvo!
Descansa ahora: 
¡háblame!
¡Por fin al temor del silencio!
Mira, tu hermano 
tiene a su novia:
¡Siegmund es tu compañero!

SIEGLINDE
¡Vete! ¡Vete! 
¡Huye de la profanada!
Sacrílegos te estrecharon 
sus brazos,
deshonrado, envilecido 
está mi cuerpo:
¡huye de este cadáver, 
suéltalo!
¡Ojalá se lleve el viento
a la que se entregó deshonrada 
al noble!
¡Cuando él la abrazó, amándola,
cuando ella halló 
un divino placer,
capaz de despertar 
todo su amor,
ante la secretísima consagración
de las más dulces delicias,
que atravesaron totalmente 
su alma y sus sentidos, 
el horror y el espanto 
de la ignominia
se apoderaron de la ultrajada,
que obedeció al hombre 
que la retenía sin amor! 
¡Deja a la maldita, 
déjala huir de ti!
Envilecida estoy, 
privada de dignidad.
¡Debo apartarme de ti, 
hombre purísimo, nobilísimo, 
jamás podré pertenecerte!
¡Vergüenza traigo al hermano,
ignominia al amigo amante!

SIEGMUND
¡Tu anterior oprobio
expiará ahora la sangre del criminal!
No sigas huyendo, 
aguarda al enemigo:
¡aquí caerá ante mí!
¡Cuando Notung 
le atraviese el corazón,
gritarás venganza!
SIEGLINDE
Horch! Die Hörner, 
hörst du den Ruf?
Ringsher tönt 
wütend Getös':
aus Wald und Gau 
gellt es herauf.
Hunding erwachte 
aus hartem Schlaf!
Sippen und Hunde 
ruft er zusammen;
mutig gehetzt 
heult die Meute,
wild bellt sie zum Himmel
um der Ehe gebrochenen Eid!
Wo bist du, Siegmund? 
Seh' ich dich noch,
Brünstig geliebter, 
leuchtender Bruder?
Deines Auges Stern 
laß noch einmal mir strahlen:
wehre dem Kuß 
des verworfnen Weibes nicht!
Horch! O horch! 
Das ist Hundings Horn!
Seine Meute naht 
mit mächt'ger Wehr:
kein Schwert frommt
vor der Hunde Schwall:
wirf es fort, Siegmund! 
Siegmund - wo bist du?
Ha dort! Ich sehe dich! 
Schrecklich Gesicht!
Rüden fletschen 
die Zähne nach Fleisch;
sie achten nicht 
deines edlen Blicks;
bei den Füßen packt dich 
das feste Gebiß -
du fällst - 
in Stücken zerstaucht das Schwert:
die Esche stürzt, 
es bricht der Stamm!
Bruder! Mein Bruder! 
Siegmund - ha! -

(sie sinkt ohnmächtig in Siegmund
Arme)

SIEGMUND
Schwester! Geliebte!

Vierte Szene

(Brünnhilde, ihr Roß am Zaume
geleitend, tritt aus der Höhle. Sie
trägt Schild und Speer in der einen
Hand, lehnt sich mit der andern an
den Hals des Rosses und betrachtet
so mit ernster Meine Siegmund)

BRÜNNHILDE
Siegmund! 
Sieh auf mich!
Ich bin's, 
der bald du folgst.

SIEGMUND
Wer bist du, sag',
die so schön und ernst 
mir erscheint?

BRÜNNHILDE
Nur Todgeweihten 
taugt mein Anblick;
wer mich erschaut 
der scheidet vom Lebenslicht.
Auf der Walstatt allein 
erschein' ich Edlen:
wer mich gewahrt, 
zur Wal kor ich ihn mir!

SIEGMUND
Der dir nun folgt, 
wohin führst du den Helden?

BRÜNNHILDE
Zu Walvater, 
der dich gewählt,
führ' ich dich: 
nach Walhall folgst du mir.

SIEGMUND
In Walhalls Saal 
Walvater find' ich allein?

BRÜNNHILDE
Gefallner Helden 
hehre Schar
umfängt dich hold 
mit hoch-heiligem Gruß.

SIEGMUND
Fänd' ich in Walhall 
Wälse, den eignen Vater?

BRÜNNHILDE
Den Vater findet 
der Wälsung dort.

SIEGMUND
Grüßt mich in Walhall 
froh eine Frau?

BRÜNNHILDE
Wunschmädchen 
walten dort hehr:
Wotans Tochter 
reicht dir traulich den Trank!

SIEGMUND
Hehr bist du,
und heilig gewahr' ich 
das Wotanskind:
doch Eines sag' mir, du Ew'ge!
Begleitet den Bruder 
die bräutliche Schwester?
Umfängt Siegmund 
Sieglinde dort?

BRÜNNHILDE
Erdenluft 
muß sie noch atmen:
Sieglinde sieht 
Siegmund dort nicht!
SIEGLINDE
¡Escucha los cuernos! 
¿Oyes su llamada?
Alrededor suena 
furioso estruendo,
por el bosque y la comarca 
se eleva el estrépito.
Hunding ha despertado 
de su pesado sueño.
Está reuniendo a los clanes 
y a los perros:
¡azuzada, aúlla la jauría,
furiosa ladra al cielo 
en contra de los que han roto 
el juramento del matrimonio!
¿Dónde estás, Siegmund? 
¡No te veo!
¡Ardientemente amado, 
resplandeciente hermano!
Deja que aún me iluminen
las estrellas de tus ojos:
¡no rechaces el beso 
de la mujer abyecta!
¡Escucha! ¡Escucha!
¡Ese es el cuerno de Hunding!
¡Su jauría se acerca 
con una poderosa tropa,
ninguna espada sirve
ante tal aluvión de perros;
¡tírala lejos, Siegmund!
Siegmund... ¿dónde estás?
¡Ah, estás aquí! 
¡Te veo! 
¡Espantoso rostro!
Los mastines enseñan los dientes,
ávidos de carne;
no respetan tu noble mirada,
por los pies te atrapan 
sus fuertes dientes:
caes, 
hecha pedazos la espada,
el fresno se derrumba, 
¡se raja el tronco!
¡Hermano! ¡Hermano mío!
¡Siegmund! ¡Ah!

(se desmaya en brazos de
Siegmund)

SIEGMUND
¡Hermana! ¡Amada!

Escena Cuarta

(Brunilda llevando de las riendas a
su caballo sale de la cueva. En una
mano lleva escudo y lanza, con la
otra acaricia el cuello del corcel, y
así observa a Siegmund con grave
expresión)

BRUNILDA
¡Siegmund! 
¡Mírame!
Soy aquella 
a quien pronto seguirás.

SIEGMUND
¡Quién es, dime,
la que tan bella y grave 
se me aparece?

BRUNILDA
Sólo a los consagrados a la muerte
me aparezco,
quien me ve 
se despide de la vida.
En el campo de batalla,
sólo me aparezco a los héroes;
¡quien me está destinado 
a caer en el combate!

SIEGMUND
¿Adónde piensas conducir al héroe
que se dispone a seguirte?

BRUNILDA
Junto al Padre de los Combates, 
que te eligió,
te conduciré: 
me seguirás al Walhalla.

SIEGMUND
¿En la sala del Walhalla encontraré
sólo al Padre de los Combates?

BRUNILDA
La augusta tropa 
de los héroes caídos
te abrazará propicia 
para saludarte.

SIEGMUND
¿Encontraré en el Walhalla a Wälse,
mi padre?

BRUNILDA
A su padre encontrará allí 
el welsungo.

SIEGMUND
¿Me saludará en el Walhalla 
feliz una mujer?

BRUNILDA
Vírgenes hermosas 
reinan allí augustas:
¡la hija de Wotan te ofrecerá 
cordial la bebida!

SIEGMUND
Augusta eres tú,
en ti descubro 
a la hija de Wotan.
Pero dime una cosa, inmortal:
¿acompañará al hermano 
su hermana y esposa?
¿Abrazará Siegmund 
a Sieglinde allí?

BRUNILDA
Ella debe seguir respirando 
el aire de la Tierra.
Siegmund no verá allí 
a Sieglinde.
SIEGMUND
So grüße mir Walhall, 
grüße mir Wotan,
grüße mir Wälse 
und alle Helden,
grüß' auch die holden 
Wunschesmädchen-
zu ihnen folg' ich dir nicht.

BRÜNNHILDE
Du sahest der Walküre 
sehrenden Blick:
mit ihr mußt du nun ziehn!

SIEGMUND
Wo Sieglinde lebt 
in Lust und Leid,
da will Siegmund auch säumen:
noch machte dein Blick 
nicht mich erbleichen:
vom Bleiben zwingt er mich nie.

BRÜNNHILDE
So lang du lebst, 
zwäng' dich wohl nichts:
doch zwingt dich Toren der Tod:
ihn dir zu künden 
kam ich her.

SIEGMUND
Wo wäre der Held, 
dem heut' ich fiel?

BRÜNNHILDE
Hunding fällt dich im Streit.

SIEGMUND
Mit Stärkrem drohe,
als Hundings Streichen!
Lauerst du hier 
lüstern auf Wal,
jenen kiese zum Fang:
ich denk ihn zu fällen im Kampf!

BRÜNNHILDE
Dir, Wälsung - 
höre mich wohl:
dir ward das Los gekiest.

SIEGMUND
Kennst du dies Schwert?
Der mir es schuf, 
beschied mir Sieg:
deinem Drohen trotz' ich mit ihm!

BRÜNNHILDE
Der dir es schuf, 
beschied dir jetzt Tod:
seine Tugend nimmt er dem Schwert!

SIEGMUND
Schweig, und schrecke 
die Schlummernde nicht!
Weh! Weh! 
Süßestes Weib!
Du traurigste aller Getreuen!
Gegen dich wütet 
in Waffen die Welt:
und ich, dem du einzig vertraut,
für den du ihr einzig getrotzt,
mit meinem Schutz 
nicht soll ich dich schirmen,
die Kühne verraten im Kampf?
Ha, Schande ihm, 
der das Schwert mir schuf,
beschied er mir Schimpf für Sieg!
Muß ich denn fallen, 
nicht fahr' ich nach Walhall:
Hella halte mich fest!

BRÜNNHILDE
So wenig achtest du 
ewige Wonne?
Alles wär' dir 
das arme Weib,
das müd' und harmvoll 
matt von dem Schoße dir hängt?
Nichts sonst hieltest du hehr?

SIEGMUND
So jung und schön 
erschimmerst du mir:
doch wie kalt und hart 
erkennt dich mein Herz!
Kannst du nur höhnen, 
so hebe dich fort,
du arge, fühllose Maid!
Doch mußt du dich weiden 
an meinem Weh',
mein Leiden letze dich denn;
meine Not labe 
dein neidvolles Herz:
nur von Walhalls spröden Wonnen
sprich du wahrlich mir nicht!

BRÜNNHILDE
Ich sehe die Not, 
die das Herz dir zernagt,
ich fühle des Helden 
heiligen Harm -
Siegmund, befiehl mir dein Weib:
mein Schutz umfange sie fest!
SIEGMUND
Entonces, 
saluda por m  al Walhalla,
saluda también a Wotan!
Saluda a Wälse y a todos los héroes;
saluda también 
a las propicias vírgenes.
¡No te seguiré a su lado!

BRUNILDA
Has visto la lacerante mirada 
de la walkyria:
¡con ella tienes ahora que partir!

SIEGMUND
Donde Sieglinde vive, 
en la alegría y en la tristeza,
allí se quedará también Siegmund;
tu mirada todavía 
no me ha hecho palidecer;
¡jamás me obligarás a irme de aquí!

BRUNILDA
Mientras vivas, 
nada te obligará:
pero te obligará, 
loco, la muerte;
¡para anunciártela vine yo aquí!

SIEGMUND
¿Dónde está el héroe 
ante el que yo hoy caeré?

BRUNILDA
Hunding te matará en el combate.

SIEGMUND
Amenaza con algo más fuerte
que los golpes de Hunding.
Si aguardas aquí ávidamente 
el combate,
escoge a él como presa:
¡pienso matarlo en la lucha!

BRUNILDA
A ti, welsungo, 
escúchame bien,
a ti te eligió el destino.

SIEGMUND
¿Conoces esta espada?
El que la hizo para mí 
decidió la victoria:
¡con ella desafiaré tu amenaza!

BRUNILDA
El que la hizo para ti 
ha decidido tu muerte:
¡privará de su poder a la espada!

SIEGMUND
¡Calla y no asustes a la durmiente!
¡Dolor! ¡Desdicha! 
¡Mujer dulcísima,
la más triste de todas las fieles!
Contra ti se enfurece en armas 
el mundo,
y yo, el único en quien confías,
por quien te rebelaste contra todos,
¿no debo ampararte con mi protección,
debo traicionar a la heroína 
en la batalla?
¡Ah, caiga la vergüenza sobre él,
sobre quien me hizo la espada,
si me cambia la victoria 
por el ultraje!
Si debo, pues, caer, 
no iré al Walhalla:
¡reténgame consigo Hella!

BRUNILDA
¿Tan poco estimas 
las eternas delicias?
¿Lo era todo para ti 
la pobre mujer que, 
cansada y afligida, 
yace inerme en tu regazo?
¿Nada tenías más augusto?

SIEGMUND
Joven y bella resplandeces ante mí,
¡pero cuán fría y dura 
te reconoce mi corazón!
¡Si sólo puedes burlarte, 
vete de aquí,
virgen perversa e insensible!
Pero si tienes que cebarte 
en mi dolor,
solázate entonces en mi sufrimiento:
conforte mi desdicha 
tu celoso corazón,
¡pero no me hables más
de las gazmoñas delicias 
del Walhalla!

BRUNILDA
¡Veo la desdicha 
que roe tu corazón,
siento la sagrada aflicción 
del héroe!
¡Siegmund, confíame a tu mujer!
¡Rodéela firmemente mi protección!
SIEGMUND
Kein andrer als ich 
soll die Reine lebend berühren:
verfiel ich dem Tod, 
die Betäubte töt' ich zuvor!

BRÜNNHILDE
Wälsung! Rasender! 
Hör' meinen Rat:
befiehl mir dein Weib 
um des Pfandes willen,
das wonnig von dir es empfing!

SIEGMUND
Dies Schwert, 
das dem Treuen ein Trugvoller schuf;
dies Schwert, 
das feig vor dem Feind mich verrät:
frommt es nicht gegen den Feind,
so fromm' es denn wider den Freund!

(er zückt das Schwert auf Sieglinde)

Zwei Leben 
lachen dir hier:
nimm sie, Notung, 
neidischer Stahl!
Nimm sie mit einem Streich!

BRÜNNHILDE
Halt' ein Wälsung! 
Höre mein Wort!
Sieglinde lebe - 
und Siegmund lebe mit ihr!
Beschlossen ist's; 
das Schlachtlos wend' ich:
dir, Siegmund, 
schaff' ich Segen und Sieg!

(man hört aus dem fernen
Hintergrunde Hornrufe erschallen)

Hörst du den Ruf? 
Nun rüste dich, Held!
Traue dem Schwert 
und schwing' es getrost:
treu hält dir die Wehr,
wie die Walküre treu dich schützt!
Leb' wohl, Siegmund, 
seligster Held!
Auf der Walstatt seh' 
ich dich wieder!

(sie stürmt fort und verschwindet
mir dem Rosse rechts in einer
Seitenschlucht)

Fünfte Szene

SIEGMUND
Zauberfest 
bezähmt ein Schlaf
der Holden Schmerz und Harm.
Da die Walküre zu mir trat,
schuf sie ihr den wonnigen Trost?
Sollte die grimmige Wal
nicht schrecken ein 
gramvolles Weib?
Leblos scheint sie, 
die dennoch lebt:
der Traurigen kost 
ein lächelnder Traum. -
So schlummre nun fort,
bis die Schlacht gekämpft,
und Friede dich erfreu'!
Der dort mich ruft, 
rüste sich nun;
was ihm gebührt, 
biet' ich ihm:
Notung zahl' ihm den Zoll!

(er eilt Hintergrunde zu und
verschwindet)

SIEGLINDE
(beginnt sich träumend unruhiger)
Kehrte der Vater nur heim!
Mit dem Knaben 
noch weilt er im Wald.
Mutter! Mutter! 
Mir bangt der Mut:
nicht freund und friedlich 
scheinen die Fremden!
Schwarze Dämpfe - 
schwüles Gedünst -
feurige Lohe 
leckt schon nach uns -
es brennt das Haus - 
zu Hilfe, Bruder!
Siegmund! Siegmund!

(sie springt auf)

Siegmund - Ha!

(der Hornruf Hundings ertönt in der
Nähe)

HUNDING STIMME
Wehwalt! Wehwalt!
Steh' mir zum Streit, 
sollen dich Hunde nicht halten!
SIEGMUND
Nadie más después de mí 
tocará a la pura en vida;
¡si estoy a merced de la muerte,
mataré antes a la desmayada!

BRUNILDA
¡Welsungo! ¡Estás loco! 
¡Oye mi consejo!
Confíame tu mujer 
por amor a la prenda
que deliciosamente ha recibido de ti.

SIEGMUND
Esta espada que hizo 
para el fiel un traidor;
esta espada 
que me traiciona, cobarde,
ante el enemigo,
¡sirva, pues, contra el amigo!

(alzando la espada sobre Sieglinde)

Dos vidas 
te sonríen aquí:
¡tómalas, Notung, 
celoso acero,
tómalas de un solo golpe!

BRUNILDA
¡Deténte, welsungo! 
¡Oye mis palabras!
¡Sieglinde viva, y Siegmund 
viva con ella!
Está decidido:
cambiaré la suerte del combate:
a ti, Siegmund, 
te daré bendición y victoria.

(se oyen sonar llamadas de
cuernos) en la lejanía

¿Oyes la llamada? 
¡Ahora prepárate, héroe!
Confía en la espada y 
blándela sin miedo:
¡fiel a ti se mantendrá el arma,
como fiel 
te protegerá la walkyria!
¡Adiós, Siegmund, héroe dichoso!
¡Te veré de nuevo 
en el campo de batalla!

(corre afuera y desaparece con 
el caballo por una garganta a 
la derecha). 

Escena Quinta

SIEGMUND
Mágicamente un sueño 
calma el dolor y la aflicción 
de la divina.
Cuando vino a mí 
la walkyria,
¿le trajo ella consuelo?
¿No asustará 
el furioso combate
a una afligida mujer?
Sin vida parece la que,
no obstante, vive:
acaricia a la triste 
un sueño sonriente.
¡Así, sigue ahora durmiendo,
hasta que concluya el combate
y te alegre la paz!
El que allí me llama 
prepárese ahora:
le ofreceré lo que merece.
¡Notung páguele el tributo!

(corre hacia el foro y 
desaparece)

SIEGLINDE
(hablando en sueños, intranquila)
¡Si padre regresara ahora a casa!
Aún permanece en la floresta
con el muchacho.
¡Madre! ¡Madre! 
Tengo miedo;
¡los extranjeros no parecen
amigos ni pacíficos!
Negros vapores, 
sofocante atmósfera,
ya nos lamen ardientes llamas,
¡arde la casa! 
¡Socorro, hermano!
¡Siegmund! 
¡Siegmund! 

(se levanta de golpe)

¡Siegmund! ¡Ah!

(la llamada del cuerno de Hunding
suena muy cerca)

VOZ DE HUNDING
¡Wehwalt! ¡Wehwalt!
¡Párate a luchar conmigo,
o te detendrán los perros!
SIEGMUNDS STIMME
Wo birgst du dich, 
daß ich vorbei dir schoß?
Steh', daß ich dich stelle!

SIEGLINDE
Hunding! Siegmund!
Könnt' ich sie sehen!

HUNDING
Hieher, du frevelnder Freier!
Fricka fälle dich hier!

SIEGMUND
Noch wähnst du mich waffenlos, 
feiger Wicht?
Drohst du mit Frauen, 
so ficht nun selber,
sonst läßt dich Fricka im Stich!
Denn sieh: deines Hauses 
heimischem Stamm
entzog ich zaglos das Schwert;
seine Schneide schmecke jetzt du!

SIEGLINDE
Haltet ein, ihr Männer!
Mordet erst mich!

(ein Blitz erhellt für einen
Augenblick das Bergjoch, auf
welchem jetzt Hunding und
Siegmund kämpfend gewahrt
werden. In dem Lichtglanze
erscheint Brünnhilde, über
Siegmund schwebend und diesen mit
dem Schilde deckend)

BRÜNNHILDE
Triff ihn, Siegmund!
traue dem Schwert!

(als Siegmund soeben zu einem
tödlichen Streiche auf Hunding
ausholt, bricht von links her ein
glühend rötlicher Schein durch das
Gewölk aus, in welchem Wotan
erscheint, über Hunding stehend
und seinen Speer Siegmund quer
entgegenhaltend)

WOTAN
Zurück vor dem Speer!
In Stücken das Schwert!

(Brünnhilde weicht erschrocken vor
Wotan mit dem Schilde zurück:
Siegmunds Schwert zerspringt an
dem vorgehaltenen Speere. Dem
Unbewehrten stößt Hunding seinen
Speer in die Brust. Siegmund stürzt
tot zu Boden)

BRÜNNHILDE
(zu Sieglinde)
Zu Roß, daß ich dich rette!

(sie hebt Sieglinde schnell zu sich
auf ihr der Seitenschlucht nahe
stehendes Roß und verschwindet
sogleich mit ihr. Wotan, von Gewölk
umgeben, steht dahinter auf einem
Felsen an seinen Speer gelehnt und
schmerzlich auf Siegmunds Leiche
blickend)

WOTAN
(zu Hunding)
Geh' hin, Knecht! 
Knie vor Fricka:
meld' ihr, daß Wotans Speer
gerächt, was Spott ihr schuf.
Geh'! - Geh'!

(vor seinen verächtlichen Handwink
sinkt Hunding tot zu Boden)

Doch Brünnhilde! 
Weh' der Verbrecherin!
Furchtbar sei 
die Freche gestraft,
erreicht mein Roß ihre Flucht!

(er verschwindet mit Blitz und
Donner)
VOZ DE SIEGMUND
¿Dónde te escondes, 
que aún no te he acertado?
¡Deténte, que yo te encuentre!

SIEGLINDE
¡Hunding! ¡Siegmund! 
¡Si yo pudiera verlos!

VOZ DE HUNDING
¡Acércate, amante criminal!
¡Derríbete aquí Fricka!

VOZ DE SIEGMUND
¿Aún me crees desarmado,
miserable cobarde?
Amenazas, y esperas 
que te defiendan mujeres,
si no quieres que Fricka te desampare.
Mira: 
del doméstico tronco de tu casa
arranqué sin vacilar la espada;
¡prueba ahora su filo!

SIEGLINDE
¡Deteneos, hombres! 
¡Matadme primero a mí!

(un rayo ilumina por unos instantes
el collado, en el que se hacen
visibles ahora, combatiendo 
ferozmente Hunding y Siegmund. 
En esta luz aparece Brunilda, 
planeando sobre Siegmund y 
cubriéndolo por completo con su
escudo)

BRUNILDA
¡Atraviésalo, Siegmund! 
¡Confía en la espada!

(cuando Siegmund se dispone a
 dejar caer un golpe de muerte
sobre Hunding, rompe desde el
lateral izquierdo, a través de las
nubes, un resplandor rojizo, en el
que aparece Wotan por encima de
Hunding, teniendo extendida su
lanza frente a Siegmund)

WOTAN
¡Temen la lanza! 
¡Rómpase la espada!

(Brunilda retrocede con su escudo,
asustada ante la aparición de Wotan.
La espada de Siegmund se rompe 
contra la lanza de este. Hunding 
hunde la suya en el pecho del 
desarmado. Siegmund cae mortalmente
herido al suelo.)

BRUNILDA
(a Sieglinde)
¡A caballo, que yo te salve!

(Incorpora rápidamente a Sieglinde,
la lleva hacia la garganta lateral
donde está el corcel, y desaparece
al instante con ella. Wotan, rodeado
de nubes, está detrás, sobre una 
peña, apoyado en su lanza y mirando 
dolorosamente el cuerpo inerte de 
Siegmund)

WOTAN
(a Hunding)
¡Ve allá, esclavo! 
Arrodíllate ante Fricka:
anúnciale que la lanza de Wotan
vengó lo que la escarneció.
¡Ve!... ¡Ve!

(A un gesto despreciativo de su
mano, Hunding cae muerto a suelo.)

¡Pero Brunilda! 
¡Ay de la criminal!
¡Terriblemente será castigada 
la insolente
si mi corcel la alcanza en su huida!

(Desaparece entre rayos 
y truenos)

 

ACTO III

En la cumbre de una montaña rocosa. A la derecha un bosque de abetos. A la izquierda, la boca de una gruta que forma una sala natural: por encima de ella se eleva la peña hasta su picacho más alto. Hacia detrás rocas de diferente altura flanquean la orilla de la cuesta que desciende escarpadamente hacia el foro. Masas de nubes dispersas corren por delante del borde de las rocas, como empujadas por la tormenta. Gerhilde, Ortlinde, Waltraute y Schwertleite han acampado en el picacho que hay encima de la gruta; van completamente armadas.

AKT III

Erste Szene

GERHILDE
Hojotoho! Hojotoho!
Heiaha! Heiaha!
Helmwige! Hier! 
Hieher mit dem Roß!

HELMWIGES STIMME
Hojotoho! Hojotoho! Heiaha!

(in dem Gewölk bricht Blitzesglanz
aus; eine Walküre zu Roß wird in
ihm sichtbar; über ihrem Sattel
hängt ein erschlagener Krieger)

GERHILDE, WALTRAUTE,
SCHWERTLEITE
Heiaha! Heiaha!

ORTLINDE
Zu Ortlindes Stute 
stell deinen Hengst:
mit meiner Grauen 
grast gern dein Brauner!

WALTRAUTE
Wer hängt dir im Sattel?

HELMWIGE
Sintolt, der Hegeling!

SCHWERTLEITE
Führ' deinen Brauen 
fort von der Grauen:
Ortlindes Mähre 
trägt Wittig, den Irming!

GERHILDE
Als Feinde nur sah ich 
Sintolt und Wittig!

ORTLINDE
Heiaha! Die Stute 
stößt mir der Hengst!

GERHILDE
Der Recken Zwist 
entzweit noch die Rosse!

HELMWIGE
Ruhig, Brauner!
Brich nicht den Frieden!

WALTRAUTE
Hoioho! Hoioho!
Siegrune, hier! 
Wo säumst du so lang?

SIEGRUNES STIMME
Arbeit gab's!
Sind die andren schon da?

SCHWERTLEITE, WALTRAUTE
Hojotoho! Hojotoho!
Heiaha!

GERHILDE
Heiaha!

GRIMGERDE, ROßWEIßE
Hojotoho! Hojotoho!
Heiaha!

WALTRAUTE, SCHWERTLEITE
Grimgerd' und Roßweiße!

SCHWERTLEITE
Sie reiten zu zwei.

HELMWIGE, ORTLINDE,
SIEGRUNE
Gegrüßt, ihr Reisige!
Roßweiß' und Grimgerde!

ROßWEIßES, GRIMGERDES,
STIMMEN
Hojotoho! Hojotoho! Heiaha!

DIE SECHS ANDEREN
WALKÜREN
Hojotoho! Hojotoho! 
Heiaha! Heiaha!

GERHILDE
In Wald mit den Rossen 
zu Weid' und Rast!

ORTLINDE
Führet die Mähren 
fern von einander,
bis unsrer Helden 
Haß sich gelegt!

HELMWIGE
Der Helden Grimm 
büßte schon die Graue!
ACTO III

Escena Primera

GERHILDE
¡Hojotoho! ¡Hojotoho! 
¡Heyaha! ¡Heyaha!
¡Helmwige! ¡Aquí! 
¡Ven acá con el corcel!

VOZ DE HELMWIGE
¡Hojotoho! ¡Hojotoho! ¡Heyaha!

(En el nubarrón estalla el resplandor 
de un rayo; en él se hace visible una 
walkyria a caballo: sobre su silla 
cuelga un guerrero muerto)

GERHILDE, WALTRAUTE, 
SCHWERTLEITE
¡Heyaha! ¡Heyaha!

ORTLINDE
Lleva a tu garañón junto a la yegua
de Ortlinde:
con mi ruana 
pace a gusto tu bayo.

WALTRAUTE
¿Qué cuelga de tu silla?

HELMWIGE
¡Sintolt, el heguelingo!

SCHWERTLEITE
Conduce tu bayo 
lejos de la ruana:
la yegua de Ortlinde 
lleva a Wittig, el irmingo.

GERHILDE
¡Siempre había visto luchar 
a Sintolt y Wittig!

ORTLINDE
¡Heyaha! 
¡A la yegua ataca el garañón!

GERHILDE
¡La querella de los héroes
enemista a los corceles!

HELMWIGE
¡Calma, bayo! 
¡No rompas la paz!

WALTRAUTE
¡Hojotoho! ¡Hojotoho!
¡Siegrune, aquí! 
¿Dónde te demoraste tanto?

VOZ DE SIEGRUNE
¡He tenido que hacer! 
¿Están ya las otras?

SCHWERTLEITE, WALTRAUTE
¡Hojotoho! ¡Hojotoho!
 ¡Heyaha!

GERHILDE
¡Heyaha!

GRIMGERDE, ROSSWEISSE
¡Hojotoho! ¡Hojotoho! 
¡Heyaha!

WALTRAUTE, SCHWERTLEITE
¡Grimgerde y Rossweisse!

SCHWERTLEITE
¡Cabalgan aparejadas!

HELMWIGE, ORTLINDE,
SIEGRUNE
¡Salve, aguerridas! 
¡Rossweisse y Grimgerde!

VOCES DE GRIMGERDE, 
ROSSWEISSE
¡Hojotoho! ¡Hojotoho! ¡Heyaha!

LAS OTRAS SEIS 
WALKYRIAS
¡Hojotoho! ¡Hojotoho! 
¡Heyaha, heyaha!

GERHILDE
¡Al bosque los caballos,
que descansen y pasten!

ORTLINDE
¡Apartad los corceles 
unos de otros,
hasta que se aplaque el odio
de nuestros héroes!

HELMWIGE
¡La furia de los héroes 
ha sufrido la ruana!
ROßWEIßE UND GRIMGERDE
Hojotoho! Hojotoho!

DIE SECHS ANDEREN
WALKÜREN
Willkommen! Willkommen!

SCHWERTLEITE
Wart ihr Kühnen zu zwei?

GRIMGERDE
Getrennt ritten wir 
und trafen uns heut'.

ROßWEIßE
Sind wir alle versammelt, 
so säumt nicht lange:
nach Walhall brechen wir auf,
Wotan zu bringen die Wal.

HELMWIGE
Acht sind wir erst: 
eine noch fehlt.

GERHILDE
Bei dem braunen Wälsung
weilt wohl noch Brünnhilde.

WALTRAUTE
Auf sie noch harren müssen wir hier:
Walvater gäb' uns 
grimmigen Gruß,
säh' ohne sie er uns nahn!

SIEGRUNE
(auf der Felswarte, von wo sie
hinausspäht)
Hojotoho! Hojotoho!
Hieher! Hieher!
In brünstigem Ritt
jagt Brünnhilde her.

DIE ACHT WALKÜREN
Hojotoho! Hojotoho!
Brünnhilde! Hei!

WALTRAUTE
Nach dem Tann lenkt sie 
das taumelnde Roß.

GRIMGERDE
Wie schnaubt Grane 
vom schnellen Ritt!

ROßWEIßE
So jach sah ich nie 
Walküren jagen!

ORTLINDE
Was hält sie im Sattel?

HELMWIGE
Das ist kein Held!

SIEGRUNE
Eine Frau führt sie!

GERHILDE
Wie fand sie die Frau?

SCHWERTLEITE
Mit keinem Gruß 
grüßt sie die Schwestern!

WALTRAUTE
Heiaha! Brünnhilde! 
Hörst du uns nicht?

ORTLINDE
Helft der Schwester
vom Roß sich schwingen!

HELMWIGE, GERHILDE, 
SIEGRUNE, ROßWEIßE
Hojotoho! Hojotoho!

ORTLINDE, WALTRAUTE, 
GRIMGERDE, SCHWERTLEITE
Heiaha!

WALTRAUTE
Zu Grunde stürzt 
Grane, der Starke!

GRIMGERDE
Aus dem Sattel hebt sie 
hastig das Weib!

ORTLINDE, WALTRAUTE, 
GRIMGERDE, SCHWERTLEITE
Schwester! Schwester! 
Was ist geschehn?

(kommt Brünnhilde, Sieglinde
unterstützend und geleitend)

BRÜNNHILDE
Schützt mich und helft 
in höchster Not!

DIE ACHT WALKÜREN
Wo rittest du her 
in rasender Hast?
So fliegt nur, wer auf der Flucht!

BRÜNNHILDE
Zum erstenmal flieh' ich 
und bin verfolgt:
Heervater hetzt mir nach!

DIE ACHT WALKÜREN
Bist du von Sinnen? 
Sprich! Sage uns! Wie?
Verfolgt dich Heervater?
Fliehst du vor ihm?
ROSSWEISSE, GRIMGERDE
¡Hojotoho! ¡Hojotoho!

LAS OTRAS SEIS 
WALKYRIAS
¡Bienvenidas! ¡Bienvenidas!

SCHWERTLEITE
¿Estuvisteis juntas, osadas?

GRIMGERDE
Cabalgamos separadas, 
y nos hemos encontrado.

ROSSWEISSE
Si ya estamos todas reunidas,
no nos demoraremos más,
partamos hacia el Walhalla,
para llevarle a Wotan los héroes. 

HELMWIGE
Sólo somos ocho, 
aún falta una.

GERHILDE
Falta Brunilda 
con el trigueño welsungo.

WALTRAUTE
Tendremos que esperarla;
¡el Padre de los Combates 
nos saludaría airado 
si nos viera acercarnos sin ella!

SIEGRUNE
(en la atalaya rocosa, desde donde
escruta la lejanía)
¡Hojotoho! ¡Hojotoho! 
¡Para acá! ¡Para acá!
En frenética cabalgada 
corre Brunilda hacia aquí.

LAS OCHO WALKYRIAS
¡Hojotoho! ¡Hojotoho! 
¡Brunilda! ¡Hey!

WALTRAUTE
Hacia el abetal conduce 
al tambaleante corcel.

GRIMGERDE
¡Cómo resopla Grane 
por tan rápido galope!

ROSSWEISSE
¡Jamás vi a walkyrias cabalgar
tan veloces!

ORTLINDE
¿Qué cuelga de su silla?

HELMWIGE
¡Eso no es un héroe!

SIEGRUNE
Trae una mujer.

GERHILDE
¿Cómo la encontró?

SCHWERTLEITE
¡Con ningún grito 
saluda a sus hermanas!

WALTRAUTE
¡Heyaha, Brunilda! 
¿No nos oyes?

ORTLINDE
¡Ayudad a la hermana 
a bajar del corcel!

HELMWIGE, GERHILDE,
SIEGRUNE, ROSSWEISSE
¡Hojotoho! ¡Hojotoho!

ORTLINDE, WALTRAUTE,
GRIMGERDE, SCHWERTLEITE
¡Heyaha!

WALTRAUTE
¡Al suelo se precipita Grane, 
el fuerte!

GRIMGERDE
De la silla baja ella veloz 
a la mujer.

ORTLINDE, WALTRAUTE,
GRIMGERDE, SCHWERTLEITE
¡Hermana! ¡Hermana! 
¿Qué ha sucedido?

(entra Brunilda sosteniendo y
guiando a Sieglinde)

BRUNILDA
¡Protegedme y ayudadme
en la extrema necesidad!

LAS OCHO WALKYRIAS
¿Desde dónde cabalgas hacia aquí 
con tanta prisa?
¡Así vuela sólo quien huye!

BRUNILDA
Por primera vez huyo 
y soy perseguida:
el Padre de los Ejércitos me da caza.

LAS OCHO WALKYRIAS
¿Estás en tu juicio? ¡Habla! ¡Dinos!
¿Te persigue 
el Padre de los Ejércitos?
¿Huyes de él?
BRÜNNHILDE
(wendet sich ängstlich, um zu
spähen, und kehrt wieder zurück)
O Schwestern, späht 
von des Felsens Spitze!
Schaut nach Norden, 
ob Walvater naht!
Schnell! Seht ihr ihn schon?

(Ortlinde und Waltraute springen
auf die Felsspitze zur Warte)

ORTLINDE
Gewittersturm 
naht von Norden.

WALTRAUTE
Starkes Gewölk 
staut sich dort auf!

DIE WEITEREN SECHS
WALKÜREN
Heervater reitet 
sein heiliges Roß!

BRÜNNHILDE
Der wilde Jäger, 
der wütend mich jagt,
er naht, er naht von Norden!
Schützt mich, Schwestern! 
Rettet dies Weib!

SECHS WALKÜREN
Was ist mit dem Weibe?

BRÜNNHILDE
Hört mich in Eile:
Sieglinde ist es, 
Siegmunds Schwester und Braut:
gegen die Wälsungen
wütet Wotan in Grimm;
dem Bruder sollte 
Brünnhilde heut'
entziehen den Sieg;
doch Siegmund schützt' ich 
mit meinem Schild,
trotzend dem Gott!
Der traf ihn da selbst mit dem Speer:
Siegmund fiel;
doch ich floh 
fern mit der Frau;
sie zu retten, 
eilt' ich zu euch -
ob mich Bange auch
ihr berget vor dem 
strafenden Streich!

SECHS WALKÜREN
Betörte Schwester, 
was tatest du?
Wehe! Brünnhilde, wehe!
Brach ungehorsam
Brünnhilde 
Heervaters heilig Gebot?

WALTRAUTE
(von der Warte)
Nächtig zieht es 
von Norden heran.

ORTLINDE
(ebenso)
Wütend steuert 
hierher der Sturm.

ROßWEIßE, GRIMGERDE, 
SCHWERTLEITE
Wild wiehert 
Walvaters Roß.

HELMWIGE, GERHILDE, 
SCHWERTLEITE
Schrecklich schnaubt es daher!

BRÜNNHILDE
Wehe der Armen, 
wenn Wotan sie trifft:
den Wälsungen allen 
droht er Verderben! -
Wer leiht mir von euch 
das leichteste Roß,
das flink die Frau ihm entführ'?

SIEGRUNE
Auch uns rätst du 
rasenden Trotz?

BRÜNNHILDE
Roßweiße, Schwester,
leih' mir deinen Renner!

ROßWEIßE
Vor Walvater floh 
der fliegende nie.

BRÜNNHILDE
Helmwige, höre!

HELMWIGE
Dem Vater gehorch' ich.

BRÜNNHILDE
Grimgerde! Gerhilde! 
Gönnt mir eu'r Roß!
Schwertleite! Siegrune! 
Seht meine Angst!
Seid mir treu, 
wie traut ich euch war:
rettet dies traurige Weib!

SIEGLINDE
(die bisher finster und kalt vor sich
hingestarrt, fährt, als Brünnhilde
sie lebhaft - wie zum Schutze -
umfaßt, mit einer abwehrenden
Gebärde auf)
Nicht sehre dich Sorge um mich:
einzig taugt mir der Tod!
Wer hieß dich Maid,
dem Harst mich entführen?
Im Sturm dort hätt' ich 
den Streich empfahn
von derselben Waffe, 
der Siegmund fiel:
das Ende fand ich
vereint mit ihm!
Fern von Siegmund -
Siegmund, von dir! -
O deckte mich Tod, 
daß ich's denke!
Soll um die Flucht
dir, Maid, ich nicht fluchen,
so erhöre heilig mein Flehen:
stoße dein Schwert mir ins Herz!
BRUNILDA
(se vuelve angustiada, para
escrutar el horizonte, y regresa)
¡Oh, hermanas,
vigilad desde el pico de la montaña!
Mirad al norte si se acerca
el padre de los Combates.
¡Deprisa! ¿Le veis ya?

(Ortlinde y Waltraute corren a la
atalaya en el picacho)

ORTLINDE
Una tormenta se acerca 
desde el norte.

WALTRAUTE
¡Densos nubarrones 
se acumulan allí!

LAS OTRAS SEIS 
WALKYRIAS
¡El Padre de los Ejércitos 
monta su sagrado corcel!

BRUNILDA
¡El salvaje cazador que 
furiosamente me da caza,
se acerca, se aproxima por el norte!
¡Protegedme, hermanas!
¡Salvad a esta mujer!

SEIS WALKYRIAS
¿Qué le ocurre a esta mujer?

BRUNILDA
Oídme aprisa:
es Sieglinde, 
hermana y novia de Siegmund;
contra los welsungos
brama de rabia Wotan;
al hermano debía arrebatarle hoy
Brunilda la victoria;
pero protegí a Siegmund 
con mi escudo,
desafiando al dios;
él mismo lo atravesó 
con su lanza;
Siegmund cayó;
pero yo huí lejos 
con la mujer.
Para salvarla,
corrí a reunirme con vosotras,
¡y también, atemorizada,
para que me protejáis 
del castigo!

SEIS WALKYRIAS
Enloquecida hermana, 
¿qué hiciste?
¡Ay de ti! ¡Brunilda! ¡Ay de ti!
¿Rompió desobediente Brunilda
la sagrada orden 
del Padre de los Ejércitos?

WALTRAUTE
(desde la atalaya)
La oscuridad 
desciende desde el norte.

ORTLINDE
(igual)
Furiosamente avanza 
hacia aquí la tormenta.

ROSSWEISSE, GRIMGERDE,
SCHWERTLEITE
¡Salvaje relincha el corcel
del Padre de los Combates!

HELMWIGE, GERHILDE,
SIEGRUNE
¡Terrible resopla acercándose!

BRUNILDA
Ay de la mísera 
si Wotan la encuentra:
¡amenaza con aniquilar
a todos los welsungos!
¿Quién de vosotras me dejará 
el más ligero corcel,
que veloz aleje a la mujer?

SIEGRUNE
¿También nos aconsejas 
loco desafío?

BRUNILDA
¡Rossweisse, hermana, 
préstame tu caballo!

ROSSWEISSE
Jamás huyó 
ante el Padre de los Combates.

BRUNILDA
¡Helmwige, escúchame!

HELMWIGE
Obedezco al padre.

BRUNILDA
¡Grimgerde! ¡Gerhilde! 
¡Cededme vuestro corcel!
¡Schwertleite! ¡Siegrune! 
¡Ved mi angustia!
¡Oh, sedme fieles, 
como yo lo fui a vosotras!
¡Salvad a esta pobre mujer!

SIEGLINDE
(que hasta ahora ha permanecido
sombría y fría, con la mirada fija
delante de sí, se sobresalta con un
gesto de rechazo cuando Brunilda
la abraza como para protegerla)
No sufras por mí:
sólo me conviene la muerte.
¿Quién te ordenó, virgen,
sustraerme al combate?
Allí, en la liza, 
hubiera recibido el golpe
de la misma arma 
que abatió a Siegmund:
¡el fin hubiera encontrado
junto a él!
¡Lejos de Siegmund, de Siegmund,
estoy ahora!
¡Estaríamos unidos por la muerte!
Si no debo maldecirte,
virgen, por haberme salvado,
oye, entonces, 
mi súplica:
¡clávame tu espada en el corazón!
BRÜNNHILDE
Lebe, o Weib, 
um der Liebe willen!
Rette das Pfand, 
das von ihm du empfingst:
ein Wälsung wächst dir im Schoß!

SIEGLINDE
(sogleich strahlt aber ihr Gesicht 
in erhabener Freude auf)
Rette mich, Kühne! 
Rette mein Kind!
Schirmt mich, ihr Mädchen, 
mit mächtigstem Schutz!

WALTRAUTE
(auf der Warte)
Der Sturm kommt heran.

ORTLINDE
(ebenso)
Flieh', wer ihn fürchtet!

DIE SECHS ANDEREN
WALKÜREN
Fort mit dem Weibe, 
droht ihm Gefahr:
der Walküren keine 
wag' ihren Schutz!

SIEGLINDE
Rette mich, Maid! 
Rette die Mutter!

BRÜNNHILDE
So fliehe denn eilig -
und fliehe allein!
Ich bleibe zurück, 
biete mich Wotans Rache:
an mir zögr' ich 
den Zürnenden hier,
während du seinem Rasen entrinnst.

SIEGLINDE
Wohin soll ich mich wenden?

BRÜNNHILDE
Wer von euch Schwestern 
schweifte nach Osten?

SIEGRUNE UND ROßWEIßE
Nach Osten weithin 
dehnt sich ein Wald:
der Niblungen Hort 
entführte Fafner dorthin.

SCHWERTLEITE,HELMWIGE
Wurmes Gestalt 
schuf sich der Wilde:
in einer Höhle 
hütet er Alberichs Reif!

GRIMGERDE
Nicht geheu'r ist's dort 
für ein hilflos' Weib.

BRÜNNHILDE
Und doch vor Wotans Wut 
schützt sie sicher der Wald:
ihn scheut der Mächt'ge 
und meidet den Ort.

WALTRAUTE
(auf der Warte)
Furchtbar fährt
dort Wotan zum Fels.

SECHS WALKÜREN
Brünnhilde, hör' 
seines Nahens Gebraus!

BRÜNNHILDE
Fort denn eile, 
nach Osten gewandt!
Mutigen Trotzes 
ertrag' alle Müh'n, -
Hunger und Durst, 
Dorn und Gestein;
lache, ob Not, 
ob Leiden dich nagt!
Denn eines wiss' 
und wahr' es immer:
den hehrsten Helden der Welt
hegst du, o Weib, 
im schirmenden Schoß!

(sie zieht die Stücken von
Siegmunds Schwert unter ihrem
Panzer hervor und überreicht sie
Sieglinde)

Verwahr' ihm die starken
Schwertesstücken;
seines Vaters Walstatt 
entführt' ich sie glücklich:
der neu gefügt 
das Schwert einst schwingt,
den Namen nehm' er von mir -
"Siegfried" erfreu' sich des Siegs!
BRUNILDA
¡Vive, oh mujer, 
por el bien de tu amor!
Salva la prenda 
que recibiste de él:
¡un welsungo crece en tu seno!

SIEGLINDE
(de inmediato su rostro resplandece
de alegría)
¡Sálvame, osada! 
¡Salva a mi hijo!
¡Concededme, vírgenes,
vuestra poderosa protección!

WALTRAUTE
(desde la atalaya)
¡Ya llega la tormenta!

ORTLINDE
(igual)
¡Huya quien la tema!

LAS OTRAS SEIS 
WALKYRIAS
¡Llévate a la mujer, 
si la amenaza un peligro!
¡Ninguna de las walkyrias 
osará protegerla!

SIEGLINDE
¡Sálvame, virgen! 
¡Salva a la madre!

BRUNILDA
¡Así pues, huye deprisa, 
y huye sola!
Yo me quedo,
me ofreceré a la venganza de Wotan:
retendré aquí junto a mí 
al airado,
mientras tú escapas a su rabia.

SIEGLINDE
¿A dónde debo dirigirme?

BRUNILDA
¿Cuál de vosotras, hermanas, 
conoce el este?

SIEGRUNE, ROSSWEISSE
Hacia el este, a lo lejos, 
se extiende un bosque:
el tesoro de los nibelungos
se llevó hasta allí Fafner.

SCHWERTLEITE, HELMWIGE
Figura de reptil 
adoptó el salvaje;
¡en una cueva guarda 
el anillo de Alberich!

GRIMGERDE
No es aquél lugar seguro 
para una mujer indefensa.

BRUNILDA
Pero seguramente el bosque 
la protegerá de la furia de Wotan;
el poderoso le teme, 
y evita el lugar.

WALTRAUTE
(desde la atalaya)
¡Airado se acerca Wotan 
hacia la roca!

LAS SEIS WALKYRIAS
¡Brunilda, escucha el fragor 
de su llegada!

BRUNILDA
¡Vete lejos, 
rumbo al este!
Con valiente obstinación 
soporta todas las fatigas,
hambre y sed, zarzas y piedras;
¡ríe si la necesidad, 
si el sufrimiento te maltrata!
Debes saber una cosa 
y defenderla siempre:
¡al más sublime 
héroe del mundo
cobijas tú, oh mujer, 
en el seno protector!

(Extrae los pedazos de la espada 
de Siegmund de debajo de su 
coraza y se los alarga a 
Sieglinde)

Guárdale bien 
los fuertes pedazos de la espada:
del campo de batalla de su padre
los sustraje felizmente.
El que, de nuevo forjada,
blandirá un día la espada,
reciba de mí su nombre:
¡"Sigfrido", la alegre victoria!
SIEGLINDE
O hehrstes Wunder! 
Herrlichste Maid!
Dir Treuen dank' ich 
heiligen Trost!
Für ihn, den wir liebten, 
rett' ich das Liebste:
meines Dankes Lohn 
lache dir einst!
Lebe wohl! 
Dich segnet Sieglindes Weh'!

(sie eilt rechts im Vordergrunde von
dannen. Die Felshöhe ist von
schwarzen Gewitterwolken
umlagert; furchtbarer Sturm braust
aus dem Hintergrunde daher,
wachsender Feuerschein rechts
daselbst)

WOTANS STIMME
Steh'! Brünnhild'!

ORTLINDE, WALTRAUTE
(von der Warte herabsteigend)
Den Fels erreichten 
Roß und Reiter!

ALLE ACHT WALKÜREN
Weh', Brünnhild'! 
Rache entbrennt!

BRÜNNHILDE
Ach, Schwestern, helft! 
Mir schwankt das Herz!
Sein Zorn zerschellt mich,
wenn euer Schutz ihn nicht zähmt.

DIE ACHT WALKÜREN
Hieher, Verlor'ne! 
Laß dich nicht sehn!
Schmiege dich an uns 
und schweige dem Ruf!
Weh'! 
Wütend schwingt sich 
Wotan vom Roß! -
Hieher rast 
sein rächender Schritt!
SIEGLINDE
¡Virgen magnífica!
¡A ti, fiel, 
debo sagrado consuelo!
Por él, 
por el que nosotras amábamos,
salvaré yo lo más amado:
¡sonríate algún día 
la recompensa de mi gratitud!
¡Adiós! 
¡Te bendice el dolor de Sieglinde!

(corre fuera, por el proscenio a la
derecha. La montaña rocosa está
rodeada por negros nubarrones 
tormentosos; terrible tempestad
ruge desde el foro; creciente
resplandor ígneo a la derecha,
también desde el foro)

VOZ DE WOTAN
¡Deténte, Brunilda!

ORTLINDE, WALTRAUTE
(bajando de la atalaya)
¡La roca alcanzaron 
corcel y jinete!

LAS OCHO WALKYRIAS
¡Ay de ti, Brunilda!
¡Te ha alcanzado la venganza!

BRUNILDA
¡Ay, hermanas, ayudadme,
me tiembla el corazón!
Su cólera me destrozará,
si vuestra protección no le aplaca.

LAS WALKYRIAS
¡Por aquí, perdida! 
¡No te dejes ver,
arrímate a nosotras 
y no contestes a la llamada!
¡Ay dolor! 
¡Furioso descabalga Wotan
el corcel!
¡Hacia aquí apresura 
sus vengativos pasos!
Zweite Szene

(Wotan tritt in höchster zorniger
Aufgeregtheit aus dem Tann auf)

WOTAN
Wo ist Brünnhild', 
wo die Verbrecherin?
Wagt ihr, die Böse 
vor mir zu bergen?

DIE ACHT WALKÜREN
Schrecklich ertost dein Toben!
Was taten, Vater, die Töchter,
daß sie dich reizten 
zu rasender Wut?

WOTAN
Wollt ihr mich höhnen? 
Hütet euch, Freche!
Ich weiß: Brünnhilde 
bergt ihr vor mir.
Weichet von ihr, 
der ewig Verworfnen,
wie ihren Wert 
von sich sie warf!

ROßWEIßE
Zu uns floh 
die Verfolgte.

DIE ACHT WALKÜREN
Unsern Schutz flehte sie an!
Mit Furcht und Zagen 
faßt sie dein Zorn:
für die bange Schwester 
bitten wir nun,
daß den ersten Zorn du bezähmst.
Laß dich erweichen für sie, 
zähme deinen Zorn!

WOTAN
Weichherziges 
Weibergezücht!
So matten Mut 
gewannt ihr von mir?
Erzog ich euch, kühn 
zum Kampfe zu zieh'n,
schuf ich die Herzen
euch hart und scharf,
daß ihr Wilden nun weint und greint,
wenn mein Grimm eine 
Treulose straft?
So wißt denn, Winselnde, 
was sie verbrach,
um die euch Zagen 
die Zähre entbrennt:
Keine wie sie
kannte mein innerstes Sinnen;
keine wie sie
wußte den Quell meines Willens!
Sie selbst war
meines Wunsches schaffender Schoß:
und so nun brach sie 
den seligen Bund,
daß treulos sie 
meinem Willen getrotzt,
mein herrschend Gebot
offen verhöhnt,
gegen mich die Waffe gewandt,
die mein Wunsch allein ihr schuf! -
Hörst du's, Brünnhilde? 
Du, der ich Brünne,
Helm und Wehr, 
Wonne und Huld,
Namen und Leben verlieh?
Hörst du mich Klage erheben,
und birgst dich bang dem Kläger,
daß feig du der Straf' entflöhst?
Escena Segunda

(Wotan entra viniendo del abetal
con extrema excitación colérica)

WOTAN
¿Dónde está Brunilda? 
¿Dónde, la criminal?
¿Osáis ocultarme 
a la malvada?

LAS OCHO WALKYRIAS
¡Terrible ruge tu furia!
¿Qué hicieron, 
padre, tus hijas,
para que estés tan furioso?

WOTAN
¿Queréis burlaros de mí?
¡Guardaos, insolentes!
Lo sé: 
me ocultáis a Brunilda.
Apartaos de ella; 
sea arrojada para siempre,
como ella arrojó de sí 
su estima.

ROSSWEISSE
Ha buscado refugio a nuestro lado,
la perseguida.

LAS OCHO WALKYRIAS
¡Imploró nuestra protección!
Tu cólera la llena 
de terror y de espanto:
por la angustiada hermana 
te rogamos ahora
que domines tu cólera.
¡Déjate ablandar por ella, 
modera tu enojo!

WOTAN
¡Blandengue ralea de mujeres!
¿Tan débil ánimo recibisteis de mi?
¿Os crié arrojadas,
educandoos para la lucha,
hice vuestros corazones
duros y fieros,
para que ahora, salvajes, 
lloréis y gimoteéis
cuando mi cólera castiga 
a una infiel?
Sabed, pues, lloronas, 
lo que cometió
ésa por la que, cobardes, 
se inflaman vuestros corazones:
nadie conocía
como ella mi íntimo pesar;
¡nadie conocía como ella 
la fuente de mi voluntad!
Ella misma era
la encarnación 
de mis propios deseos,
¡y ahora ha roto 
tan dichosa unión,
pues infielmente 
se ha opuesto a mi voluntad,
de mi orden soberana 
se ha burlado abiertamente.
¡contra mí ha vuelto sus armas
que mi deseo hizo para ella sola!
¿Oyes, Brunilda? 
¿Tú, a quien presté
coraza, yelmo y favor,
nombre y vida?
¿Oyes elevarse mi acusación
y te ocultas, medrosa, del acusador,
para escapar al castigo
cobardemente?
BRÜNNHILDE
Hier bin ich, Vater: 
gebiete die Strafe!

WOTAN
Nicht straf' ich dich erst:
deine Strafe schufst du dir selbst.
Durch meinen Willen 
warst du allein:
gegen ihn doch hast du gewollt;
meinen Befehl nur 
führtest du aus:
gegen ihn doch hast du befohlen;
Wunschmaid 
warst du mir:
gegen mich doch hast du gewünscht;
Schildmaid 
warst du mir:
gegen mich doch hobst 
du den Schild;
Loskieserin 
warst du mir:
gegen mich doch kiestest du Lose;
Heldenreizerin 
warst du mir:
gegen mich doch reiztest du Helden.
Was sonst du warst, 
sagte dir Wotan:
was jetzt du bist, 
das sage dir selbst!
Wunschmaid bist du nicht mehr;
Walküre bist du gewesen:
nun sei fortan, 
was so du noch bist!

BRÜNNHILDE
Du verstößt mich? 
Versteh' ich den Sinn?

WOTAN
Nicht send' ich dich
mehr aus Walhall;
nicht weis' ich dir mehr 
Helden zur Wal;
nicht führst du mehr Sieger
in meinen Saal:
bei der Götter trautem Mahle
das Trinkhorn nicht reichst 
du traulich mir mehr;
nicht kos' ich dir mehr 
den kindischen Mund;
von göttlicher Schar 
bist du geschieden,
ausgestoßen 
aus der Ewigen Stamm;
gebrochen ist unser Bund;
aus meinem Angesicht 
bist du verbannt.

DIE ACHT WALKÜREN
Wehe! Weh'!
Schwester, ach Schwester!

BRÜNNHILDE
Nimmst du mir alles, 
was einst du gabst?

WOTAN
Der dich zwingt,wird dir's entziehn!
Hieher auf den Berg 
banne ich dich;
in wehrlosen Schlaf 
schließ' ich dich :
der Mann dann fange die Maid,
der am Wege sie findet und weckt.

DIE ACHT WALKÜREN
Halt' ein! O Vater! 
Halt' ein den Fluch!
Soll die Maid verblühn 
und verbleichen dem Mann?
Hör unser Fleh'n! 
Schrecklicher Gott,
wende von ihr 
die schreiende Schmach!
Wie die Schwester träfe 
uns selber der Schimpf!

WOTAN
Hörtet ihr nicht, 
was ich verhängt?
Aus eurer Schar 
ist die treulose 
Schwester geschieden;
mit euch zu Roß 
durch die Lüfte nicht
reitet sie länger;
die magdliche Blume 
verblüht der Maid;
ein Gatte gewinnt 
ihre weibliche Gunst;
dem herrischen Manne 
gehorcht sie fortan;
am Herde sitzt sie und spinnt,
aller Spottenden Ziel und Spiel.
BRUNILDA
¡Aquí estoy, padre! 
¡Impón el castigo!

WOTAN
No soy yo quien te castiga,
tú te impondrás el castigo.
Existías sólo por mi voluntad,
pero contra mí 
has querido rebelarte;
ejecutabas únicamente mis órdenes,
pero te has opuesto a lo ordenado;
virgen del deseo eras para mí,
pero te has opuesto a mis deseos,
portadora del escudo eras para mí,
pero el escudo contra mí 
has levantado;
electora del destino 
eras para mí,
pero el destino has elegido
contra mi voluntad:
te encargué infundir valor 
a los héroes
pero tú has lanzado 
a los héroes contra mí.
Wotan te ha dicho 
lo que antes fuiste.
Lo que ahora eres, 
dítelo tú misma.
Nunca más serás 
virgen de mi deseo;
dejarás de ser walkyria:
¡sé de ahora en adelante
lo que ya sólo puedes ser!

BRUNILDA
¿Me repudias? 
¿Te he entendido bien?

WOTAN
Nunca más te enviaré 
desde el Walhalla;
nunca más buscarás héroes
entre los combatientes;
nunca más guiarás vencedores 
a mi sala.
En el íntimo banquete 
de los dioses,
nunca más me ofrecerás 
graciosamente la bebida.
Nunca más besaré 
tu boca virginal;
de la divina tropa 
estás separada,
apartada de la estirpe 
de los eternos;
¡rota está nuestra unión,
de mi vista estás desterrada!

LAS WALKYRIAS
¡Dolor! ¡Desdicha! 
¡Hermana, ay, hermana!

BRUNILDA
¿Me quitas todo 
lo que un día me diste?

WOTAN
¡Quien te dio poderes te los arrebata!
Aquí en la montaña te encantaré,
en sueño indefenso te sumiré;
¡que tome después a la virgen 
el hombre
que en el camino la encuentre 
y la despierte!

LAS OCHO WALKYRIAS
¡Deténte, oh padre! 
¡Detén la maldición!
¿Debe marchitarse la virgen 
antes que el hombre?
¡Oye nuestra súplica! 
¡Terrible dios!
¡Ay, aparta de ella 
el mortificante ultraje!
¡Como a la hermana,
nos alcanzará su afrenta!

WOTAN
¿No oísteis lo que dispuse?
De vuestra tropa está separada
la hermana desleal;
con vosotras no cabalgará
nunca más por los aires;
la flor virginal 
se marchitará en la doncella;
un esposo ganará 
sus favores femeninos;
¡en adelante 
obedecerá al hombre
que sea su dueño,
junto al hogar 
se sentará e hilará,
y será objeto 
de todas las burlas!
(Brünnhilde sinkt mit einem, Schrei
zu Boden; die Walküren weichen
entsetzt mit heftigem Geräusch von
ihrer Seite)

Schreckt euch ihr Los? 
So flieht die Verlor'ne!
Weichet von ihr 
und haltet euch fern!
Wer von euch wagte 
bei ihr zu weilen,
wer mir zum Trotz
zu der Traurigen hielt' -
die Törin teilte ihr Los:
das künd' ich der Kühnen an!
Fort jetzt von hier; 
meidet den Felsen!
Hurtig jagt mir von hinnen,
sonst erharrt Jammer euch hier!

DIE ACHT WALKÜREN
Weh! Weh!

(sie fahren unter wildem Schrei
auseinander und stürzen in hastiger
Flucht in den Tann)
(Brunilda cae al suelo con un grito;
espantadas, las walkyrias se
apartan de ella con gran alboroto
y precipitación)

¿Os asusta su destino?
¡Entonces, escapad de la perdida!
¡Apartaos de ella 
y manteneos lejos!
Quien de vosotras osara 
quedarse con ella,
quien, desafiándome,
defienda a la desdichada,
esa loca compartirá su suerte:
¡esto advierto a la temeraria!
¡Ahora, fuera de aquí, evitad la roca!
¡Lejos de aquí huid presto;
si no, aquí os aguarda 
la desdicha!

LAS WALKYRIAS
¡Oh dolor! ¡Oh dolor!

(se dispersan con salvajes gritos
y se precipitan en rápida huida
hacia el abetal)
Dritte Szene

BRÜNNHILDE
War es so schmählich, 
was ich verbrach,
daß mein Verbrechen 
so schmählich du bestrafst?
War es so niedrig, 
was ich dir tat,
daß du so tief 
mir Erniedrigung schaffst?
War es so ehrlos, 
was ich beging,
daß mein Vergehn nun 
die Ehre mir raubt?
O sag', Vater! 
Sieh mir ins Auge:
schweige den Zorn, 
zähme die Wut,
und deute mir hell 
die dunkle Schuld,
die mit starrem Trotze dich zwingt,
zu verstoßen dein trautestes Kind!

WOTAN
Frag' deine Tat, 
sie deutet dir deine Schuld!

BRÜNNHILDE
Deinen Befehl 
führte ich aus.

WOTAN
Befahl ich dir 
für den Wälsung zu fechten?

BRÜNNHILDE
So hießest du mich 
als Herrscher der Wal!

WOTAN
Doch meine Weisung 
nahm ich wieder zurück!

BRÜNNHILDE
Als Fricka den eignen 
Sinn dir entfremdet;
da ihrem Sinn du dich fügtest,
warst du selber dir Feind.

WOTAN
Daß du mich verstanden, 
wähnt' ich,
und strafte den wissenden Trotz:
doch feig und dumm 
dachtest du mich!
So hätt' ich Verrat nicht zu rächen;
zu gering wärst 
du meinem Grimm?

BRÜNNHILDE
Nicht weise bin ich, 
doch wußt' ich das eine,
daß den Wälsung du liebtest.
Ich wußte den Zwiespalt, 
der dich zwang,
dies eine ganz zu vergessen.
Das andre mußtest 
einzig du sehn,
was zu schaun so herb 
schmerzte dein Herz:
daß Siegmund Schutz du versagtest.

WOTAN
Du wußtest es so, 
und wagtest dennoch den Schutz?

BRÜNNHILDE
Weil für dich im Auge 
das eine ich hielt,
dem, im Zwange des andren
schmerzlich entzweit,
ratlos den Rücken du wandtest!
Die im Kampfe Wotan 
den Rücken bewacht,
die sah nun das nur, 
was du nicht sahst: -
Siegmund mußt' ich sehn.
Tod kündend 
trat ich vor ihn,
gewahrte sein Auge, 
hörte sein Wort;
ich vernahm des Helden 
heilige Not;
tönend erklang mir 
des Tapfersten Klage:
freiester Liebe 
furchtbares Leid,
traurigsten Mutes 
mächtigster Trotz!
Meinem Ohr erscholl, 
mein Aug' erschaute,
was tief im Busen das Herz
zu heil'gem Beben mir traf.
Scheu und staunend 
stand ich in Scham.
Ihm nur zu dienen 
konnt' ich noch denken:
Sieg oder Tod 
mit Siegmund zu teilen:
dies nur erkannt' ich 
zu kiesen als Los! -
Der diese Liebe 
mir ins Herz gehaucht,
dem Willen, der 
dem Wälsung mich gesellt,
ihm innig vertraut, 
trotzt' ich deinem Gebot.
Escena Tercera

BRUNILDA
¿Fue tan infame 
lo que cometí,
que castigas 
tan vergonzosamente 
mi crimen?
¿Fue tan bajo lo que te hice,
que me humillas 
tan profundamente?
¿Fue tan deshonroso 
lo que perpetré,
que mi falta 
te roba ahora la honra?
¡Oh, di, padre! 
Mírame a los ojos:
calma la cólera, 
reprime el furor,
y explícame claramente 
qué oscura culpa
con rígida obstinación te obliga
a repudiar a tu más querida hija.

WOTAN
¡Medita en lo que has hecho;
y ello te explicará tu culpa!

BRUNILDA
Ejecuté 
tu orden.

WOTAN
¿Te ordené yo pelear 
por el welsungo?

BRUNILDA
Eso me ordenaste 
como señor de las batallas.

WOTAN
¡Pero después 
retiré mi orden!

BRUNILDA
Cuando Fricka 
te enajenó el pensamiento,
pues al someterte tú al suyo,
fuiste tu propio enemigo.

WOTAN
Que me habías comprendido,
imaginaba yo,
castigo el desafío consciente:
¡pero tú me juzgaste 
cobarde y necio!
¿No debería vengar la traición?
¿Eras demasiado insignificante
para provocar mi cólera?

BRUNILDA
No soy sabia, 
pero yo sabía una cosa:
que tú amabas al welsungo.
Yo sabía el dilema 
que te obligaba
a olvidar eso completamente.
Tuviste que ver únicamente lo otro,
lo que laceraba tan acerbamente
tu corazón:
tenerle que negar a Siegmund
tu protección.

WOTAN
¿Lo sabías y, no obstante, 
osaste protegerle?

BRUNILDA
¡Porque yo sólo tenía 
delante de los ojos
tu voluntad inicial,
aquella a la que, 
forzado por otros,
debiste renunciar!
La que sigue en el combate
siendo escudo de Wotan,
vio lo que tú no viste:
únicamente veía a Siegmund.
Anunciándole la muerte, 
comparecí ante él,
descubrí sus ojos, 
oí sus palabras;
percibí la sagrada necesidad 
del héroe;
escuché la queja del más bravo:
¡la terrible pena del más libre
de los enamorados,
el desafío 
del más audaz desdichado!
Resonó en mis oídos, 
mis ojos 
vieron lo que hondo, 
en el pecho, 
me hizo temblar el corazón 
con sagrado temor.
Tímida y asombrada, 
estaba allí,
avergonzada.
En servirle pude 
sólo ya pensar:
en compartir con Siegmund 
la victoria o la muerte;
¡sólo esto podía yo elegir 
como destino!
Por aquel que inspiró ese amor,
íntimamente fiel a la voluntad 
que me unió al welsungo, 
me opuse a tu orden.
WOTAN
So tatest du, 
was so gern zu tun ich begehrt,
doch was nicht zu tun 
die Not zwiefach mich zwang?
So leicht wähntest du 
Wonne des Herzens erworben,
wo brennend Weh' 
in das Herz mir brach,
wo gräßliche Not
den Grimm mir schuf,
einer Welt zu liebe 
der Liebe Quell
im gequälten Herzen zu hemmen?
Wo gegen mich selber
ich sehrend mich wandte,
aus Ohnmachtschmerzen
schäumend ich aufschoß,
wütender Sehnsucht 
sengender Wunsch
den schrecklichen Willen mir schuf,
in den Trümmern der eignen Welt
meine ew'ge Trauer zu enden: -
da labte süß 
dich selige Lust;
wonniger Rührung 
üppigen Rausch
enttrankst du lachend 
der Liebe Trank,
als mir göttlicher Not 
nagende Galle gemischt?
Deinen leichten Sinn 
laß dich denn leiten:
von mir sagtest du dich los.
Dich muß ich meiden,
gemeinsam mit dir
nicht darf ich Rat mehr raunen;
getrennt, nicht dürfen
traut wir mehr schaffen:
so weit Leben und Luft
darf der Gott dir 
nicht mehr begegnen!

BRÜNNHILDE
Wohl taugte dir nicht 
die tör'ge Maid,
die staunend im Rate
nicht dich verstand,
wie mein eigner Rat
nur das eine mir riet:
zu lieben, was du geliebt. -
Muß ich denn scheiden 
und scheu dich meiden,
mußt du spalten, 
was einst sich umspannt,
die eigne Hälfte 
fern von dir halten,
daß sonst sie ganz dir gehörte,
du Gott, vergiß das nicht!
Dein ewig Teil 
nicht wirst du entehren,
Schande nicht wollen, 
die dich beschimpft:
dich selbst ließest du sinken,
sähst du dem Spott mich zum Spiel!
WOTAN
Así, hiciste lo que yo deseaba
hacer de buen grado,
¡eso que la necesidad obligó 
a no hacer!
¿Tan fáciles creías 
las delicias del amor;
el dolo me rompía el corazón,
me causaba rabia detener,
para bien de un mundo,
la fuente del amor;
en mi corazón torturado?
Mientras me volvía
contra mí mismo,
rabioso por mi impotencia;
mientras encendido 
y furioso deseo
despertaba en mí 
la terrible voluntad
de enterrar mi eterna tristeza
entre las ruinas 
de mi propio mundo,
tú te confortabas dulcemente
y hallaste celestial consuelo,
te embriagaron los encantos 
del amor,
mientras a mí, 
mi propio amor divino
me procuraba 
tan sólo amarguras.
Déjate guiar, pues, 
por tu despreocupado
entendimiento; 
te has separado de mí.
Tengo que evitarte:
ya no puedo confiar en ti;
separados, no podremos
nunca más obrar 
de común acuerdo;
¡mientras te duren 
el aliento y la vida,
ya no podrás encontrar al dios!

BRUNILDA
Tal vez no te fue útil 
la alocada muchacha
que, asombrada,
no te comprendió tu consejo;
mi inteligencia
sólo me aconsejó una cosa:
amar lo que tú amabas.
Si tengo, pues, que separarme de ti 
y evitarte, temerosa, 
si tienes que dividir
lo antes indivisible,
mantener lejos de ti 
a tu propia mitad,
que además te pertenecía por entero,
¡oh, dios, no me olvides!
¡No deshonres a una parte 
de tu eternidad,
no quieras que la vergüenza 
la ultraje!
¡Tú mismo te hundirías
viéndote objeto de escarnio!
WOTAN
Du folgtest selig 
der Liebe Macht:
folge nun dem, 
den du lieben mußt!

BRÜNNHILDE
Soll ich aus Walhall scheiden,
nicht mehr mit dir 
schaffen und walten,
dem herrischen Manne 
gehorchen fortan:
dem feigen Prahler 
gib mich nicht preis!
Nicht wertlos sei er, 
der mich gewinnt.

WOTAN
Von Walvater 
schiedest du,
nicht wählen darf er für dich.

BRÜNNHILDE
Du zeugtest ein edles Geschlecht;
kein Zager kann je ihm entschlagen:
der weihlichste Held, 
ich weiß es,
entblüht dem Wälsungenstamm!

WOTAN
Schweig von dem Wälsungenstamm!
Von dir geschieden, 
schied ich von ihm:
vernichten mußt' ihn der Neid!

BRÜNNHILDE
Die von dir sich riß, 
rettete ihn.
Sieglinde hegt 
die heiligste Frucht;
in Schmerz und Leid,
wie kein Weib sie gelitten,
wird sie gebären, 
was bang sie birgt.

WOTAN
Nie suche bei mir 
Schutz für die Frau,
noch für ihres Schoßes Frucht!

BRÜNNHILDE
Sie wahret das Schwert,
das du Siegmund schufest.

WOTAN
Und das ich ihm in Stücke schlug!
Nicht streb, o Maid, 
den Mut mir zu stören;
erwarte dein Los, 
wie sich's dir wirft;
nicht kiesen kann ich es dir!
Doch fort muß ich jetzt,
fern mich verziehn;
zuviel schon zögert' ich hier;
von der Abwendigen 
wend ich mich ab;
nicht wißen darf ich, 
was sie sich wünscht;
die Strafe nur 
muß vollstreckt ich sehn!

BRÜNNHILDE
Was hast du erdacht, 
daß ich erdulde?

WOTAN
In festen Schlaf 
verschließ ich dich:
wer so die Wehrlose weckt,
dem ward, erwacht, sie zum Weib!

BRÜNNHILDE
Soll feßelnder Schlaf 
fest mich binden,
dem feigsten Manne 
zur leichten Beute:
dies eine mußt du erhören,
was heil'ge Angst zu dir fleht!
Die Schlafende schütze
mit scheuchendem Schrecken,
daß nur ein furchtlos 
freister Held
hier auf dem Felsen 
einst mich fänd!

WOTAN
Zuviel begehrst du, 
zuviel der Gunst!

BRÜNNHILDE
Dies eine mußt du gewähren!
Zerknicke dein Kind, 
das dein Knie umfaßt;
zertritt die Traute, 
zertrümm're die Maid,
ihres Leibes Spur 
zerstöre dein Speer:
doch gib, Grausamer, nicht
der gräßlichsten Schmach sie preis!
Auf dein Gebot 
entbrenne ein Feuer;
den Felsen umglühe 
lodernde Glut;
es leck' ihre Zung', 
es freße ihr Zahn
den Zagen, 
der frech sich wagte,
dem freislichen Felsen zu nahn!
WOTAN
Te sometiste dichosa 
al poder del amor:
¡sigue ahora a aquel 
al que habrás de amar!

BRUNILDA
Si debo abandonar el Walhalla,
nunca más obrar 
y dominar contigo,
obedecer en adelante 
al hombre altivo,
no me des en premio 
a un jactancioso cobarde.
¡Que no sea indigno 
quien me gane!

WOTAN
Te has apartado 
del Padre de los Combates:
no puede elegir él por ti.

BRUNILDA
Tú engendraste una noble estirpe,
de ella jamás podrá nacer un cobarde:
el más sagrado héroe, 
yo lo sé, florecerá 
en el tronco de los welsungos.

WOTAN
¡No hables del tronco 
de los welsungos!
Al separarme de ti, me separé de él;
la envidia exigía su aniquilación.

BRUNILDA
Al separarme de ti, 
lo he salvado.
Sieglinde cuida 
el más sagrado fruto;
entre dolores y penas
como jamás sufrió mujer alguna,
dará luz 
a lo que cobija temerosa.

WOTAN
¡Jamás busques en mí 
protección para la mujer
ni para el fruto de su cuerpo!

BRUNILDA
Ella conserva la espada
que hiciste para Siegmund.

WOTAN
¡Y que rompí en pedazos!
No pretendas, 
oh virgen, 
turbar mi ánimo;
aguarda tu destino;
¡no puedo elegirlo para ti!
Pero ahora 
tengo que partir, 
marchar lejos;
ya me he detenido demasiado;
me aparto de la descarriada,
no puedo saber 
lo que ya desea;
¡sólo quiero ver cumplido 
su castigo!

BRUNILDA
¿Qué has ordenado 
que yo sufra?

WOTAN
Te sumiré en un profundo sueño;
¡quien despierte a la indefensa,
la hará, al volverla a la vida, 
su mujer!

BRUNILDA
Si debo entregarme al sueño,
para ser fácil botín 
del más cobarde de los hombres,
al menos 
concédeme una cosa,
y te lo pido solemnemente.
¡Protege a la durmiente 
con disuasorios temores,
para que sólo un héroe 
libre y sin miedo
me encuentre un día aquí, 
en la roca!

WOTAN
¡Pides demasiado, 
demasiada gracia!

BRUNILDA
¡Al menos 
tienes que concederme esto!
Aplasta a tu hija, 
que abraza tus rodillas;
pisotea a la fiel, 
destruye a la virgen,
los restos de su cuerpo 
deshaga tu lanza,
¡pero no la entregues, cruel,
al más ultrajante oprobio!
¡Manda que arda un fuego,
rodee la roca 
ardiente llamarada;
lama su lengua, 
muerdan sus dientes
al cobarde que, insolente, 
se atreva a acercarse 
al amedrentador peñasco!
WOTAN
Leb wohl, du kühnes, 
herrliches Kind!
Du meines Herzens 
heiligster Stolz!
Leb wohl! Leb wohl! Leb wohl!
Muß ich dich meiden,
und darf nicht minnig
mein Gruß dich mehr grüßen;
sollst du nun nicht mehr 
neben mir reiten,
noch Met beim Mahl mir reichen;
muß ich verlieren 
dich, die ich liebe,
du lachende Lust meines Auges:
ein bräutliches Feuer 
soll dir nun brennen,
wie nie einer Braut es gebrannt!
Flammende Glut 
umglühe den Fels;
mit zehrenden Schrecken
scheuch es den Zagen;
der Feige fliehe 
Brünnhildes Fels!
Denn einer nur freie die Braut,
der freier als ich, der Gott!

(Brünnhilde sinkt gerüht und
begeistert an Wotans Brust; er hält
sie lange umfangen)

Der Augen leuchtendes Paar,
das oft ich lächelnd gekost,
wenn Kampfeslust
ein Kuß dir lohnte,
wenn kindisch lallend
der helden Lob
von holden Lippen dir floß
dieser Augen strahlendes Paar,
das oft im Sturm mir geglänzt,
wenn Hoffnungsehnen
das Herz mir sengte,
nach Weltenwonne 
mein Wunsch verlangte
aus wild webendem Bangen:
zum letzten Mal
letz' es mich heut
mit des Lebewohles 
letztem Kuß!
Dem glücklichem Manne
glänzte sein Stern:
dem unseligen Ew'gen
muß es scheidend sich schließen.

(er faßt ihr Haupt in beide Hände)

Denn so kehrt 
der Gott sich dir ab,
so küßt er die Gottheit von dir!

(er küßt sie lange auf beide Augen.
Er geleitet sie zart auf einen
niedrigen Mooshügel zu liegen, über
den sich eine breitästige Tanne
ausstreckt. Er betrachtet sie und
schließt ihr den Helm: sein Auge
weilt dann auf der Gestalt der
Schlafenden, die er nun mit dem
großen Stahlschilde der Walküre
ganz zudeckt. Langsam kehrt er sich
ab; mit einen schmerzlichen Blicke
wendet er sich noch einmal um.
Dann schreitet er mit feierlichem
Entschluß in die Mitte der Bühne
und kehrt die Spitze seines Speeres
gegen einen mächtigen Felsstein)

Loge, hör! 
Lausche hieher!
Wie zuerst ich dich fand,
als feurige Glut,
wie dann einst du mir schwandest,
als schweifende Lohe;
wie ich dich band, 
bann ich dich heut!
Herauf, wabernde Lohe!
Umlodre mir feurig den Fels!

(er stößt mit dem Folgenden dreimal
mit dem Speer auf den Stein)

Loge! Loge! Hieher!

(dem Stein entfährt ein Feuerstrahl
der zur allmählich immer helleren
Flammenglut anschwillt. Lichte
Flackerlohe bricht aus. Lichte
Brunst umgibt Wotan mit wildem
Flackern. Er weist mit dem Speere
gebieterisch dem Feuermeer den
Umkreis des Felsenrandes zur
Strömung an; alsbald zieht es sich
nach dem Hintergrund, wo es nun
fortwährend den Bergsaum
umlodert)

Wer meines Speeres 
Spitze fürchtet, 
durchschreite das Feuer nie!

(er streckt den Speer wie zum Banne
aus. Dann blickt er schmerzlich auf
Brünnhilde zurück, wendet sich
langsam zum Gehen und blick noch
einmal zurück, ehe er durch das
Feuer verschwindet)
WOTAN
¡Adiós, osada, magnífica niña!
¡Tú, de mi corazón 
el más sagrado orgullo!
¡Adiós! ¡Adiós! ¡Adiós!
Si he de evitarte
y no puedo volverte a ver,
recibe, amoroso, mi saludo;
si nunca más debes cabalgar 
a mi lado,
ni presentarme la hidromiel 
en el banquete,
si he de perderte, a ti, 
a la que amo,
riente gozo de mis ojos:
¡que arda un ahora para ti 
un fuego nupcial
como jamás ardió 
para novia alguna!
Ardiente llama rodee la roca;
con devorador horror
ahuyente al pusilánime:
¡que el cobarde huya de la roca 
de Brunilda!
¡Que sólo uno pretenda a esta novia,
uno más libre que yo, el dios!

(Brunilda cae, conmovida y
entusiasmada, sobre el pecho de
Wotan; él la abraza largo rato)

En estos luminosos ojos
que a menudo yo acaricié sonriente,
recompensado con un beso
tu conducta en el combate,
cuando balbuciente
fluía de tus divinos labios
la loa de los héroes;
estos dos radiantes ojos
que a menudo me iluminaron
durante el ataque,
cuando la esperanza me abrasaba 
el corazón,
cuando a las delicias del mundo
aspiraba mi deseo
desde el temor trémulo:
¡por última vez 
me solazo hoy en ellos
les doy el último beso del adiós!
Mientras para el hombre afortunado
brilla su propia estrella;
para el desdichado eterno,
la suya debe apagarse.

(toma su cabeza entre las manos)

¡Así se aparta de tu lado el dios,
así te quita con un beso 
la divinidad!

(la besa largamente en ambos ojos.
El la guía con delicadeza, y la
deposita, tendida, en una pequeña
elevación musgosa, sobre la que
extiende su amplia enramada un
abeto. 
La contempla y le cierra el
yelmo; sus ojos se detienen después
en la figura de la durmiente, que
ahora ha cubierto totalmente con el
gran escudo metálico de la
walkyria. 
Después avanza con solemne 
decisión al centro del escenario
y dirige la punta de su lanza 
contra una poderosa peña)

!Loge, oye! 
¡Dirige tus oídos hacia aquí!
Igual que te encontré 
por primera vez, siendo ígneo fuego;
como un día te me escapaste
convertido en errabunda llama,
¡igual que entonces te até, 
te ato ahora!
¡Arriba, oscilante llama,
rodea de fuego la roca!

(a continuación golpea tres veces en
la roca con la lanza)

¡Loge! ¡Loge! ¡Ven aquí!

(de la peña brota un rayo ígneo que
poco a poco crece formando una
llamarada más clara. Estalla un
brillante fuego flameante. Luminoso
arder rodea con salvajes llamaradas
a Wotan. Este indica con la lanza
imperiosamente al mar de fuego que
rodee el círculo del borde rocoso
formando una corriente; al punto
ésta se arrastra hacia el foro, 
donde ahora arde continuamente 
alrededor del borde de la montaña)

¡Jamás atraviese el fuego
quien tema 
la punta de mi lanza!

(extiende la lanza como para el
conjuro. Después mira apenado a
Brunilda, se vuelve lentamente para
partir, y aún mira una vez más
hacia atrás hasta que desaparece a
través del fuego)