La madrileña o el Tutor burlado    
Il tutore burlato (título original en italiano; en español, El tutor burlado) es una ópera bufa en tres actos del compositor Vicente Martín Soler sobre libreto italiano de Filippo Livigno.1 El texto original fue escrito por Livigno para Giovanni Paisiello, que lo musicalizó como un drama jocoso, y se estrenó en el otoño de 1774 con el título de La frascatana en el Teatro San Samuele de Venecia . Fue la primera ópera del compositor valenciano, siendo estrenada en 1775 en el Palacio de la Granja de San Ildefonso, Segovia. Tres años después, en 1777, cuando ya Martín Soler había abandonado España y se había instalado en Italia, el texto fue traducido al castellano (por Pablo Esteve), y la obra fue representada como zarzuela con el título La Madrileña en el Teatro de la Cruz de Madrid.

PERSONAJES

VIOLANTE

PIPO

CABALLERO (D. Lelio)

MENICA

FABRICIO

ANSELMO

Soprano

      Barítono      

Tenor

Soprano

Barítono

Tenor

La acción se desarrolla en una aldea cercana a Madrid en el siglo XVIII.

 


PRIMER ACTO


Obertura

Dueto

ANSELMO
Ya amanece,
si os parece que el viaje prosigamos,
ya podemos caminar.

CABALLERO
Bien has dicho; sí, partamos.
Mas si parto, ¡ay, Dios!
que el alma de aquí no se ha de apartar.

ANSELMO
¡Mozo, cálzale las botas!

CABALLERO
Yo suspiro, yo sollozo.
Yo de aquí partirme no puedo,
y aquí siempre quiero estar.

ANSELMO
Buena es ésa, pues,
¿qué enredo hay ahora?

CABALLERO
¡Qué insufrible eres hombre!
No es posible irme yo de aquí jamás.

ANSELMO
¡Ay, qué pena tan sensible!
Que mi amo loco está.

Aria

CABALLERO
A mi ídolo diréis
lo mucho que la adoro
lo que suspiro, y lloro
al pie de su beldad.
Dila que por su mano,
ni vivo ni reposo
y que hacerme dichoso
sólo en su mano está.

Cavatina

VIOLANTE
Doncellitas inocentes
que buscáis amor sincero,
advertid que es lisonjero,
y que os la puede pegar.
Y en cayendo en el garlito,
se acabó la libertad.

Cavatina

PIPO
La primera mujer que amé en el mundo
una andaluza fue, muy mojigata;
lo primero que hizo y lo segundo,
tercero y cuarto fue pedirme plata.
¡Ja, ja, ja, ja!
Que en pedir la mujer a los hombres
pone su fin, mas no pone final.

Aria

VIOLANTE
Por piedad te doy la mano,
ya sabes que amor no era,
ni que a serlo llegaría
el corazón te daría.
¡Qué donoso y gracioso!
de ti mi gusto pende;
que es por piedad, se entiende,
y si esto haber te basta,
siempre lo habrás de mí.

Aria

MENICA
Con un señor abate
la he visto yo parlar,
con un sastre, un letrado
y con un militar.
Y ninguno ha quedado,
con quien no haya parlado
en todo este lugar.

Aria

PIPO
Ponte Violante aquí,
y atenta mírame;
vuélvete tú hacia allí;
ahora tú, acércate,
mírame con cariño,
bueno, dame tu mano,
guapo, y si... y si es que yo te agrado,
acércate aquí más.
Perla mía, decirte quería,
que mi pecho no está satisfecho,
si de amor una prueba no das.
Tú eres bella y hermosa en extremo.
Tú mostrenco, infeliz, renacuajo,
que ni puedes servir de espantajo
y si puedes, allá se verá.

Quinteto Final

PIPO
Dime, inconstante traidora,
¿qué te ha obligado tirana,
a cerrar esa ventana
con tal desprecio de mí?

VIOLANTE
La cerré sí, no te espante,
para que estés enterado
que el verte me causa enfado
y el acordarme de ti.

FABRICIO
¡Ja, ja, ja!, qué grande gusto!
De risa he de morir.

PIPO
¿Qué, yo rabio y vos reís?

VIOLANTE
Pues para tu desengaño
tengo que hacer mucho más.

PIPO
Eso es lo peor.

FABRICIO
¡Ha, ha, ha!

PIPO
¿Y te ríes? Yo bien digo.
Vil traidora, falso amigo
tú de arriba, tú de abajo
que me hacéis desesperar.

VIOLANTE
Pues prevé todavía
a mayor golpe y trabajo,
que te falta que pasar.

FABRICIO
¡Ay, que gusto!
¡Ah, ha, ha!

PIPO
¿Yo?

VIOLANTE
No será el golpe fuerte
si del don que voy a hacerte
te sabes aprovechar.

FABRICIO
Yo reviento de risa, ¡ha, ha!

PIPO
¿Tú quieres, indigna,
matarme a pedradas.
Y tú con risadas
hacerme rabiar?
Pues de ambos ahora
me quiero vengar.

FABRICIO
¡Tened, esperad!

PIPO
¡Ay, qué es una carta!
¡Ay!, ¿qué me dirá?

FABRICIO
Como es vergonzosa,
decirle no osa
mayores baldones
y en pocos renglones
escritos los da, ¡ha, ha!

PIPO
Leedla, siquiera
para reventar.

FABRICIO
Te doy ese gusto
por sola piedad.

VIOLANTE
¡La escena se muda,
qué gusto será!

FABRICIO
¡Oh vida de mi alma!
¿Qué quiere esto decir?

PIPO
¡Qué bueno!

VIOLANTE
Qué viva, viva,
¿te sientes ya morir?

PIPO
Amigo mío gracioso,
alguna risotada
ya la puedes echar.

FABRICIO
Yo rabio.

PIPO
¡Leed aprisa.!

FABRICIO
Tirarte aquella piedra
me fue forzoso a mí,
porque el tutor había
mandamelo así.

PIPO
¡Mal rayo que le parta!
Prosigue la lección.

FABRICIO
¡Que yo, moreno mío,
te adoro como a dueño
de aqueste corazón!
¡Oh, oh!

PIPO
¡Oh, perla!
¡Ríase usted, señor!

FABRICIO
Yo no quiero reírme;
que quiero reventar.
Vete de aquí, que voy
derecho a zurrarla
tan fijo como el sol.

VIOLANTE
De su furia tirana
sabré guardarme yo.

PIPO
Con el billete
ha hallado consuelo el corazón.

CABALLERO
¿Aquí está el pastorcillo
rival mío en amor?

PIPO
¡Te adoro como a dueño
de aqueste corazón!

CABALLERO
¿Es mi Violante bella?
¿Si será carta de ella?
¡Indigno, dame acá!

PIPO
¿Que, qué?

CABALLERO
¡Márchate, oh pérfido,
o a patadas los hígados,
la hiel y ese alma rústica
te he hacer vomitar!

PIPO
Favor, favor, señores,
que este hombre loco está.

FABRICIO
¿Dónde voy? Yo desvarió;
si perdí al ídolo mío,
ya no puedo sosegar.

MENICA
Hermanita, dulce hado,
¡ay de mí!, que le han robado.
¿quién me dice dónde está?
Mas con uno viene acá.

FABRICIO
Oyes, calla, que escondidos
los dos hemos de observar.

VIOLANTE
Pipo mío, yo me espanto
de que sepa amarte tanto,
sin saber lo que es amar.

PIPO
¡Ay!, Violante, yo presumo
que mi amor llegó a lo sumo
y no puede crecer más.

FABRICIO
Yo de rabia reviento ya.

MENICA
Pues que hagan su voluntad.

PIPO
¿Don Fabricio?, aquí te quiero,
bien podéis reíros ya.

VIOLANTE
Que creáis, señor, espero
que esto lo hice por piedad.

FABRICIO
Está bueno.

MENICA
Dejadlos casar.

FABRICIO
Vive Dios, descarada, bribona,
que la burla me la has de pagar.

MENICA
Señor padre, dejadlos casar.

CABALLERO
Yo de rabia no puedo parar.

PIPO
De dulzura, Violante querida,
¡ay de mí!, no sé que me da.

VIOLANTE
De dulzura, mi Pipo gracioso,
¡ay de mí!, no sé que me da.

CABALLERO
¡Ah, dueño tirano!
¿así me has vendido?
Tú, tonto villano,
¿no temes de mí?

PIPO
Aguántese un poco,
verá si le toco.

Quinteto

CABALLERO
¡Qué engaño!,
¡qué pena!,
yo me he de vengar.

VIOLANTE
¡Qué susto!,
¡qué gozo!,
mayor no se da.

MENICA
¡Ea, señor padre,
dejadlos casar!

PIPO
¡Qué gusto! ¡qué gozo!
mayor no se da.

FABRICIO
Su amor ya le tengo
que desbaratar.


SEGUNDO ACTO


Arieta - Cavatina

ANSELMO
Mi abuela bien decía,
cuando yo era pequeñito:
"No quiera Dios, Anselmito,
que yo te vea servir".

Aria

CABALLERO
No sé si mi esperanza
va con engaño unida;
pero sé que con vida
convida a un infeliz.
Así, corazón mío,
alienta confiado,
pues te ves precisado
a esperar o morir.

Aria

FABRICIO
Entra ya presto,
desecha el temor,
que yo, como el gato
que aguarda la presa
rondando la mesa,
de aquí no me voy.
Alégrate ahora
pues ya apenas dora
las cumbres el sol.
Y piensa querida,
que aunque yo me vaya
por guarda y testigo
cerrado contigo
dejo el corazón.

Recitado

PIPO
¡Caracoles! ¿Yo morir?
¿No se pudiera...
por ejemplo...
verbigracia...
excusar esa muerte?
Quisiera que tal suerte
no llegase tan presto,
sino libre de afanes.
Todavía vivir otros
treinta años.
Pero, ¿qué dudo? ¿estoy arrepentido
de lo que he prometido?
¿Librarla prometí? Pues la librara,
aunque morir mil veces me costara.
Paciencia... moriré,
y muerto que yo esté,
leerán las mocitas
llorando y sollozando escrito allí
un epitafio que dirá así:
"Aquí en cenizas áridas
yace un amante joven,
no cesen vuestras lágrimas
que es muerta la beldad".

Aria

PIPO
¿Dónde se hallará, dónde,
un rostro como el mío?
Decidlo doncellitas,
casadas y viuditas,
que no me sé explicar.
Soy todo garbo y brío,
tan galán y precioso
que el pintor más famoso
no me podrá copiar.
No sé dónde guardarme,
ni sé donde ocultarme,
pues todas tras mí corren,
si voy de aquí, acullá.
Más el corazón mío,
en el amor constante
a la bella Violante,
fiel siempre la será.

Aria

MENICA
El que los mira, admira
en ambos tanta gracia;
que el corazón se sacia
de gozo y de placer.
Siempre tener conmigo
a Violante querría,
pero su compañía
me hace poca merced.

Aria

VIOLANTE
Me hallo perdida,
temblar desmayada,
confusa, espantada,
pasando mi vida
en triste orfandad.
El corazón mío
no cabe en el pecho,
porque mi despecho
le da que temblar
y si al fin perdiera
el bien porque afano
el hado tirano,
¿qué puede hacer más?

Quinteto

FABRICIO
Ya segura la tenemos,
picaruela, ya veremos,
tu Pipo y el Caballero
que chasco van a llevar.

CABALLERO
¡Qué de horrores y temores
me conturban! ¡Yo estoy loco!
Aguardemos aquí un poco,
tu la escala ve a arrimar.
Ya el horror y temor cesa,
pues siendo de amor la empresa,
Dios de amor me ha de ayudar.

VIOLANTE
¡Oh, qué aria tan funesta!
Tanto el miedo me molesta
que no ceso de temblar.

PIPO
No te asuste su querella.
Conmigo estás, clara estrella,
no tienes que recelar.

MENICA
Sí, más... ¿dónde nos metemos?

PIPO
Escondernos bastará
aquí y seguros veremos
el negocio como va.

CABALLERO
Llévame, feliz escala,
al cielo de la beldad.

PIPO
A la horca sí te lleva
y colgando has de quedar.

VIOLANTE
Ladrón, falso y engañoso
que me quería robar.

MENICA
Sube que allá lo verás.

FABRICIO
Violante falsa,
infiel, traidora,
para ti ahora
no habrá piedad.

PIPO
El tutor viene.
¡Qué cara tiene,
ahora si que ha de rabiar!

FABRICIO
¡Dame esa mano!

CABALLERO
Suelta villano;
deja a mi bella
hermosa estrella
o aquí sin vida
has de quedar.

FABRICIO
Favor, amigos,
por caridad.

PIPO
¡Qué pelotera
se ha armado ya!

VIOLANTE
Yo temo que alguno...

MENICA
...venga hacia acá.

FABRICIO
¡Ninguno ya se siente,
qué bien se la he pegado!
No obstante, hacia aquel lado
nos hemos de ocultar.

MENICA
(a dúo)
¡Ay, ay, que mi padre se viene hacia acá!

PIPO
(a dúo)
¡Ay, ay, que el salvaje se viene hacia acá!

VIOLANTE
¡Ay, Ay, que al salvaje yo le he de espantar!

FABRICIO
¿Mi amor y fineza con qué has de pagar?

VIOLANTE
¿Quién va allá?

FABRICIO
¡Ay de mí! ¿Qué es esto?
¿Qué gente aquí habrá?

PIPO, MENICA
Se ha espantado a la verdad.

VIOLANTE
¿En este paraje qué busca el salvaje?
Borrico, ladrón, malvado, bribón
ya con mil demonios se puede mudar.

FABRICIO
¡Ay de mí!, que de espanto ya no puedo estar.

PIPO
Pues yo voy ahora a hacerle espiar.
"Tú, Pirpe, mariole a bosce tetòle.
Tar taine, pricone con queste pistone.
Fan pette foccone te fol sputellar".

VIOLANTE
"Monsieur agreable,
alles vous, ou diable".

PIPO
"I stratti, oh chi dinanzi a noi".

VIOLANTE
"O con le epe ti paso le coeun".

PIPO
"O canto staffi ti dono qua".

MENICA
¡Ay, pobrecillo! Basta, bueno está.

PIPO
"Petit frippon... alles scianté ma schier
schianté negra pa"'.

VIOLANTE
¿Qué quieres tú que cante?

PIPO
¡Cualquier cosa es bastante!

VIOLANTE
Lo primero que salga
ahora he de cantar.

Seguidilla

VIOLANTE
Inocentita y niña
vengo de Italia
a tratar con los chuscos
que hay en España;
¿qué será de mí? ¡Ay!
¿Si me perderé? ¡Qué!
¿Si me engañarán? ¡No!
¿Si yo engañaré? Pues,
más que se arrime alguno
que yo se lo diré.

Quinteto

FABRICIO
¡Ay, qué desgracia! Yo estoy estático,
aquí españoles, aquí tudescos,
aquí hay francés y florentinos.
Me falta el ánimo; no puedo más.

CABALLERO
¿Quién va allá?

TODOS
Mas ¿qué veo?

CABALLERO
¡Ay, Violante, mi dulce tesoro!

FABRICIO
¡Dos Violantes se encuentran aquí!
¡Ay, traidora, picarona,
falsa, pérfida, ladrona!
¿Del tutor que te apadrina
te quieres burlar así?

CABALLERO, PIPO
Más respeto; a poco a poco,
que estamos los dos aquí.

FABRICIO
Vana, espantosa figura.
Vete horrible criatura,
si no quieres por la boca
ver tus hígados salir.

Quinteto

VIOLANTE
El susto que he tenido,
caro me ha de costar.

MENICA
Tanto embrollo ¿quién sabe
en qué vendrá a parar?

CABALLERO
De este lance me temo
mucha fatalidad.

PIPO
De la chanza pasada,
pagado quedarás.

FABRICIO
Tú, hija mal nacida,
ya me la pagarás.

Dúo

VIOLANTE
Ésta es mi mano, dueño mío ya sois.

PIPO
Pues ya que eres mi esposa
nada que temer resta.
Felicidad es ésta
que me hace enloquecer.

VIOLANTE
¡Cuántas contradicciones
me hizo sufrir el hado!
Ya no le temo airado,
unida a ti mi bien.

VIOLANTE, PIPO
Venid, Dios Himeneo,
y a nuestros corazones
dad las satisfacciones
de amor, paz y placer.

Coro Final

PIPO
Tú me quieres; yo te adoro,
y feliz me considero.

ANSELMO
Yo tan linda no la quiero,
porque hay mucho que aguantar.

CABALLERO
¿Quién creyera en la hermosura
tal fiereza y crueldad?

FABRICIO
Más que no la moza, siento
que se lleve su caudal.

MENICA
Si las bobas hallan bodas,
yo prometo bobear.

TODOS
Si la burla os es pesada,
acabose y perdonad.